Anna Barrachina, hija de Álvaro Muñoz Escassi, está alcanzando cada vez más reconocimiento como pintora contemporánea. Reside y trabaja en Madrid, aunque creció en el norte de Alemania. Esta fusión de culturas española y alemana impregna sus obras llenas de color, que son un homenaje a sus recuerdos. Anna Barrachina ya ha exhibido su arte en varias galerías, tanto en España como en otros países europeos.

Anna Barrechina
Anna Barrechina enseñando una de sus primeras obras en las redes sociales. (@anna.barrachina.paintings)

De la hípica y la moda a la pintura: la evolución creativa de Anna Barrachina

En su página web, Anna se describe como una persona muy familiar y amante de los desafíos. Asegura que, en su mundo ideal, “viviría en una granja con una gran familia, montando a caballo, pintando y disfrutando de la naturaleza”. Su página web también es una ventana para adquirir sus obras, con precios que varían entre los 1000 y los 4500 euros. Actualmente, tiene nueve cuadros en venta en su sitio web, siendo “Triana” uno de los destacados con un valor de 4500 euros.

Para Anna, la pintura comenzó como un hobby, pero con el tiempo, ha logrado transformar esta pasión en su profesión y fuente principal de ingresos. Comenzó a vender sus obras hace dos años en la plataforma Etsy, aunque posteriormente migró a Saatchi Art, una galería de arte en línea líder a nivel global. De los 33 cuadros que ha exhibido en Saatchi Art, ha vendido 17, demostrando así la creciente valoración de su talento artístico.

Antes de emprender su camino como pintora profesional, tenía una vida muy distinta. Originaria de Alemania, Ana participaba en competiciones ecuestres, siguiendo la pasión de su padre por la hípica. Además, se adentró en el mundo de la moda como modelo, lo que le sirvió de estímulo a su lado profesional más creativo. Ana también exploró el ámbito empresarial, estudiando marketing en ESIC Business & marketing School. Tras completar sus estudios, trabajó en el sector del marketing y llegó a ser directora de comunicación para firmas como The Extreme Collection.

Anna Barrachina y su padre Álvaro Muñoz Escassi
Anna Barrachina y su padre Álvaro Muñoz Escassi paseando en Madrid. (Gtres)

Álvaro Muñoz Escassi descubre su paternidad

El mundo del arte siempre ha llamado la atención a la hija del jinete. En 2021, Ana decidió seguir su corazón y dedicarse por completo a la pintura, una disciplina que le permitía expresarse de manera abstracta y autodidacta. Desde ese momento, su carrera como artista despegó, logrando éxito y reconocimiento en varias exposiciones en galerías de arte. Los meses siguientes a su decisión de cambiar de rumbo han sido gratificantes, con sus obras siendo bien recibidas en el ámbito artístico, demostrando que su transición hacia la pintura fue una elección acertada.

La historia personal de Anna Barrachina se mantuvo en el anonimato hasta hace seis años, cuando su padre, Álvaro Muñoz Escassi, fue fotografiado junto a una joven rubia. Inicialmente, se especuló sobre un nuevo romance, pero pronto se reveló que era su hija. Ana es fruto de una relación que Álvaro tuvo con Mercedes Barrachina hace casi 20 años.

Álvaro pensó que podría ser el padre de Ana cuando ella tenía cuatro años. En ese momento, se hizo las pruebas de paternidad y sus sospechas se acabaron confirmando. Sin embargo, tanto Mercedes como Álvaro decidieron mantener la verdadera relación paterna en secreto, ya que Ana tenía un padre legal y temían cómo podría reaccionar ante la verdad.

Con el tiempo, la relación entre Álvaro y Ana ha crecido y se ha fortalecido. La evolución artística de Ana ha sido un motivo de orgullo para Álvaro, quien ahora celebra y aprecia el talento y éxito de su hija en el mundo del arte.