El drástico movimiento de Silvia Bronchalo tras enterarse del viaje de Rodolfo Sancho a Tailandia

De Silvia Bronchalo poco o nada se sabe desde hace cerca de un mes. Todo indica que la madre del asesino confeso de Edwin Arrieta permanece en Koh Samui, Tailandia, donde se desplazó a mediados de agosto para estar cerca de su hijo. Mientras su paradero es una incógnita, Daniel Sancho continúa preso, a la espera de que se conozca la fecha del juicio que tiene pendiente. En medio de esta contrarreloj para el cocinero español, su padre ha puesto rumbo al país del sudeste asiático para reencontrarse con él. Es la segunda vez que el actor se traslada a Tailandia, pero, en esta ocasión, sin rastro de su expareja, que lleva días sin acercarse por la cárcel. Silvia ha tomado una drástica decisión tras enterarse el nuevo viaje de Rodolfo.

Silvia Bronchalo ha cortado sus visitas diarias a la cárcel para ver a Daniel

Mientras su futuro pende de un hilo, Daniel Sancho vive sus horas mas críticas tras dos meses de espera. El próximo domingo 29 de octubre finaliza la última prórroga de doce días que pidió el fiscal para entregar su informe final. Será entonces cuando el juez encargado del caso emita sus conclusiones entorno al caso del hijo de Silvia Bronchalo y fije una fecha para la celebración del juicio. El inminente viaje de Rodolfo Sancho a Koh Samui coincide con esta cuenta atrás, clave para el futuro del asesino confeso del cirujano colombiano.

Cuando saltó a los medios el asesinato y descuartizamiento perpetrado, supuestamente, por Daniel, su padre prefirió poner tierra de por medio. No, en cambio Silvia Bronchalo, que se trasladó todo lo rápido que le fue posible a Tailandia. Desde su desembarco el pasado 17 de agosto, la exactriz no se había separado de su hijo, siempre pendiente de su bienestar. De hecho, gracias a ella, el joven de 29 años mejoró sustancialmente su vida entre rejas, proveyéndole de dinero para poder comprar comida, entre otros "lujos".

"Son dos padres que están luchando por el mismo objetivo de forma paralela"

Sin embargo, de la noche a la mañana, Silvia ha cortado sus visitas a prisión. Los primeros días el ritmo de idas y venidas era prácticamente diario, a excepción de los fines de semana (no está permitido el acceso de visitantes). Desde hace varias semanas, no se le ha vuelto a ver aunque, en principio, habría fijado su residencia en Tailandia. La última vez que se tuvo conocimiento de su paradero fue saliendo de la Corte provincial de Koh Samui. Ahí se trasladó para hacerse con los derechos de representación de Daniel Sancho. Un movimiento que ya habría materializado Rodolfo Sancho durante su primera estancia en la isla, acompañado de sus abogados.

"Son dos padres que están luchando por el mismo objetivo, pero no se comunican entre ellos. Quieren beneficiar su hijo, pero están haciendo las mismas gestiones de forma paralela", indicó el reportero de 'TardeAR' que consiguió la exclusiva. Ahora se sabe que Silvia Bronchalo habría tomado una drástica decisión que deja entrever el distanciamiento evidente que caracteriza su relación con Rodolfo Sancho. A esto se suma el varapalo que sufrió después de que su hijo confirmara ante un juez que quería que fuera su padre, y no su madre, quien se encargara de todo lo que tuviera que ver con su representación legal.

Se recrudece la 'guerra fría' entre los padres de Daniel Sancho con el viaje de Rodolfo

No va a haber rueda conjunta, como tampoco la hubo durante el primer viaje de Rodolfo Sancho a Tailandia. Así lo han confirmado desde 'Vamos a Ver' fuentes próximas a Silvia Bronchalo. De hecho, la madre del cocinero habría optado por ir por su cuenta ante la inminente llegada a la isla de su expareja y desmarcarse de Los Sancho. Este movimientoradical de la madre del español vuelve a poner el foco en la nula relación que mantiene con Rodolfo. Y, por descarte, surge la incógnita de cómo es la relación madre e hijo.

Esto después de que el director de la cárcel de Koh Samui, en una entrevista, confesase que el español se estresa cuando Silvia acude a verle en prisión. Unas contundentes declaraciones que, es de entender, harían mella en Silvia Bronchalo. Como haría en cualquier persona que ha pausado su vida para acompañar a su hijo en otro país, donde se enfrenta a una más que posible pena de muerte o cadena perpetua.