La noticia del fallecimiento de Humberto Janeiro cayó como jarro de agua fría sobre su familia. A pesar de que llevaba algunas semanas ingresado, tanto sus hijos como el resto de su entorno se mostraron destrozados este lunes en su entierro. El féretro lo portaron Víctor y Jesulín de Ubrique, bajo una mascarilla que provocaba que los flashes se centraran en la miradas de ambos. Sus ojos estaban vidriosos y ellos consternados ante la pérdida de su padre. Si bien en los últimos años el círculo de Humberto ha estado distanciado, tras su muerte se ha producido la unión familiar. Precisamente sobre su ruptura 'padre e hijos' fue preguntado hace exactamente tres lustros. En una entrevista que data de noviembre del año 2005 y bajo la atenta mirada de Emma García, el patriarca de los Janeiro lloró sin consuelo al hablar de sus hijos frente a las cámaras.
Pocas han sido las ocasiones en las que Humberto se ha abierto en canal de esa manera, pero la actual presentadora de 'Viva la vida' consiguió lo que muchos creían imposible. En ella el padre de Jesulín reconoció las desavenencias que existían en su familia y no pudo evitar mostrar su lado más vulnerable. A él le dolía estar separado de ellos y lo demostró al romperse cuando fue preguntado por si solo mantenía contacto telefónico con sus hijos.
Las trifulcas familiares eran vox populi y cada vez era más habitual que los medios se hicieran eco de la mala relación que existía con sus nueras. Primero con Belén Esteban y después con María José Campanario, no obstante, no fueron los únicos asuntos que le pusieron en jaque. También las supuestas y repetidas infidelidades a la que era su esposa, Carmen Bazán, a favor de quien se pusieron sus hijos. Toda esta amalgama y los titulares que Humberto dejó al hablar de ciertas intimidades de su entorno, provocaron su salida de la casa familiar, 'Ambiciones'. No obstante, él lo negó. "No me han podido echar, lo intentaron", comentó.
"Las circunstancias y los malos consejeros han puesto a mis hijos en contra de mí en un principio sin saber el daño que me podían hacer. Yo noto que está cambiando...", comenzó diciendo. Incidió en que él se sentía "siempre padre" y rompió a llorar al hacer una confesión sobre su hija, Carmen Janeiro, a la cual, por cierto, ha costado reconocer en el entierro de su progenitor. "Carmen me dice, aunque tú no entres en Ambiciones, mi casa está en frente. Allí puedes entrar cuando quieras", aseguró. Entonces, se secaba las lágrimas y con un hilo de voz espetó: "No he sido un ogro, me gustaría que se dijera la verdad".
Tras esta confesión el padre de los Janeiro desveló que al hijo que más estaba unido era a Jesulín. "Con el que me conecto más es con mi Jesús", deslizó. En ese instante, fue inevitable intentar saber más sobre su opinión después de que sus cuatro hijos tomaran partido por su madre. "Yo creo que normalmente tienen más vínculo con una madre que con un padre. No me siento solo porque hablo con ellos...Tanto delito si no convivo con una mujer, antes vivía allí y ahora vivo solo", dijo.
Quince años después de estas palabras los seres queridos de Humberto Janeiro se han despedido de él en su último adiós. Varios coronas de flores en las que se podían leer mensajes de condolencia de sus hijos y de su exmujer demostraron que, a pesar de todo lo sucedido antes de su muerte, todos han lamentado su partida.
Así comenzó la ruptura familiar
Dos años antes de la entrevista de la que hablamos, contretamente en el 2003, Carmen Bazán y Humberto Janeiro ponían fin a su matrimonio, una ruptura que marcó un antes y un después en la relación de los hijos de la pareja con el patriarca del clan. Era la matriarca quien dio el paso de separarse a consecuencia de las continuas infidelidades de su marido. Ante esto, los cuatro hermanos, tomaron la decisión de posicionarse al lado de su madre en los conflictos familiares.
Pese a que ahora todos se sitúan en un discreto segundo plano, lo cierto es que hemos podido ver a Bazán y Humberto en diferentes platós de televisión. Esta guerra provocó que se enfriara la relación de los hijos con su padre al no entender algunos actos del empresario. De ahí que en los últimos años, en los encuentros familiares que protagonizaban, ya fueran los cumpleaños de los niños, las corridas de Jesulín o la retirada de los ruedos de Víctor, Humberto fuera el gran ausente.
En sus últimos años de vida, la relación entre ellos no era la más idílica puesto que, además de todas las polémicas que él mismo protagonizaba en los platós, más concretamente en ‘Dónde estás corazón’, los desencuentros con Bazán y la dudosa gestión del patrimonio familiar hizo mella en todos ellos. Sin embargo, el empeoramiento en su estado de salud provocó que los cuatro hijos dejaran atrás las viejas rencillas y estuvieran al lado de Humberto en sus peores momentos.