Ha sido un verano totalmente atípico para Belén Esteban quien continúa recuperándose de su rotura de tibia y peroné. Sin embargo, la colaboradora ha tenido tiempo de exprimir las vacaciones al máximo regresando a uno de sus mejores refugios: Tenerife. Ya de vuelta a casa, la de Paracuellos ha compartido en redes algunas bonitas estampas de estos últimos días que ha disfrutado en compañía de su marido, Miguel Marcos.
"Ha sido un verano de estar con los míos y de recuperarme con mi pierna como me ha dicho el médico, paseos y nadar", ha confesado en su perfil de Instagram. Un tiempo de descanso tranquilo, pero ello no ha evitado que también sea divertido. Y es que su muleta se ha convertido en su mejor aliada, tanto es así que no ha dudado en dar rienda suelta a su sentido del humor y compartir una imagen donde la vemos dándole un beso. Por supuesto, su escapada a Tenerife nos deja románticas instantáneas junto al amor de su vida. Incluso se atrevió a realizar una coreografía con el personal del complejo en el que se encontraba alojada bajo la música de 'Motomami' de su gran amiga Rosalía.
El regreso al trabajo de Belén Esteban
La colaboradora ya ha confirmado la fecha en la que volverá a la carga. Será el próximo 5 de septiembre cuando la veamos de nuevo delante de los focos de la televisión en 'Sálvame'. "Con muchas ganas", añadía tras unos meses que han resultado muy complicados. Eso sí, ha reconocido que actualmente dispone de un alta por mejoría, pero no tiene el "alta completa porque todavía me queda un poquito". Debe volver a rehabilitación para recuperar, poco a poco, su rutina habitual como lleva esperando desde hace cuatro meses.
La colaboradora ha permanecido apartada de los focos de la televisión después de que el pasado abril sufriera una caída en directo mientras trabaja en ‘Sálvame’. Su primera entrevista tras este percance la dio a la revista SEMANA donde confirmó que se le había parado la vida. También explicó que habían sido los peores meses que recuerda. "Nadie se imagina lo que he pasado. Lo he pasado fatal. Me bloqueé, no quería ver a nadie, ni comer, ni hablar… Me hundí”. Su gran apoyo ha sido, sin duda, su marido, Miguel Marcos, quien se ha volcado con ella en todo momento. No solo ayudándola en su recuperación, también intentando que su estado anímico no decayera. “Se merece el cielo”, afirmaba en las páginas de nuestra revista. “Estaba cabreada con el mundo, con mi familia, con mis amigos, con mis compañeros, con mis jefes… conmigo misma”, explicaba sobre lo vivido en esta última etapa.