Cari Lapique vive el peor momento de su vida: con tan solo 19 días de diferencia ha despedido a su gran amor, Carlos Goyanes, y a una de sus hijas, Caritina. Se han marchado para siempre dos grandes pilares de una familia discreta y querida que se ha mantenido unida durante casi medio siglo, cuando Cari Lapique y Carlos Goyanes unieron sus caminos. Recordamos su historia.
Carlos Goyanes estuvo casado con Pepa Flores, 'Marisol'
La pareja se conoció a principios de los años 70: ella era una elegantísima aristócrata, hija de los Condes de Villamirandala, que deslumbraba en la capital por su buen gusto. Carlos, por su parte, era uno de los hombres más populares de la noche madrileña de la época: hijo del cineasta Manuel J. Goyanes, descubridor de Marisol, estaba recién divorciado de la antigua niña prodigio y ejercía de relaciones públicas de una discoteca.
Cuando empezaron a salir, según ha reconocido la propia Cari Lapique, nadie daba un duro por ellos. Sin embargo, su amor se impuso y el 20 de septiembre de 1975 se casaban en la parroquia de la Virgen Madre de Marbella. “Él estaba separado, imagínate en esa época, yo era lo peor de lo peor, pero no me importó porque sabía que lo que quería era estar con él”, dijo ella en una ocasión. No estaba equivocada, en solo unos días habrían celebrado su 49 aniversario.
Su boda fue el gran evento social de aquel verano: 600 invitados, entre los que estaban Lola Flores, su hija Lolita, Pitita Ridruejo o Carmen Franco acudieron a aquel enlace histórico. Cari llegó al altar con un emblemático vestido de organza blanca salpicado en la parte superior con pequeñas flores de raso del brazo de su padre, Manuel Lapique. Carlos, como mandan los cánones, lo hizo con el tradicional chaqué. "Estaba loca de amor cuando me casé con Carlos", ha declarado ella en multitiud de ocasiones.
Una boda histórica en Marbella
Tan solo un año después de darse el “sí quiero” llegó su primera hija en común: la tristemente desaparecida Caritina. En 1983, cuando el matrimonio pasó una temporada afincados en Reino Unido, nació Carla. Durante todos estos años los cuatro han sido una gran piña que han presumido de su unión y complicidad a pesar de las adversidades.
En 1989 Carlos entró en prisión acusado de narcotráfico
El momento más duro de la familia tuvo lugar en 1989 cuando en el marco de una operación policial contra el narcotráfico encarcelaron durante cinco meses a Carlos Goyanes. Cari optó por la discreción extrema y se lo ocultó a sus hijas, aún pequeñas: les contaba que su padre estaba en Australia. De manera paralela hizo una colecta para conseguir 30 millones de pesetas para la fianza, aunque al final fue puesto en libertad por falta de pruebas.
A pesar de aquel duro trago, Cari, Carlos y sus dos hijas salieron fortalecidos. La familia es una institución muy importante para Lapique: “Creo que el secreto está en quererse, en comprenderse, en saber aguantarse… Creo que hoy se dice muy a la ligera el ‘me separo’, ‘me divorcio’… A mis hijas siempre les digo que hay que pensárselo muy bien antes de dar el paso. Divorciarse es fácil, pero, en el fondo, es tristísimo, porque, entre otras cosas, supone romper una familia”, declaraba hace un tiempo a una revista del corazón.
Dos hijas que han replicado su éxito familiar
Tanto Caritina como Carla han heredado el amor incondicional por la institución familiar. Caritina se casó el 26 de julio de 2008 con su compañero hasta el último día, el empresario Antonio Matos. Se dieron el ‘sí, quiero’ en la parroquia Es Cubells de Ibiza. A su boda acudieron rostros tan célebres como Ana Rosa Quintana, Nieves Álvarez, Naty Abascal, Carmen Martínez Bordiú, Fonsi Nieto, Vicky Martín Berrocal, Pepe Barroso o Cayetana Guillén Cuervo.
Hace tan solo unos días la desaparecida empresaria (ha triunfado durante las últimas décadas con una afamada empresa de catering) celebró su aniversario de boda: “16 años y 16000 millones de veces te volvería a elegir para recorrer este camino juntos. Te quiero", publicaba en Instagram junto a su marido, al que definía como "mi socio de vida y mi camino al cielo"
La pareja ha tenido dos hijos: El 5 de marzo de 2010, Antonio y Caritina se convertían en padres de su hijo Pedro y tres años más tarde llegaba Mini Cari, su segunda hija. Los dos pequeños, que actualmente tienen 13 y 10 años deben enfrentarse ahora al duro trago de despedir a su querida madre. Hasta la fecha habían tenido una infancia feliz que su madre había compartido a través de sus perfiles en redes sociales.
Carla también ha formado una familia tras un fugaz noviazgo con Fran Rivera
La hija menor de Carlos Goyanes y Cari Lapique también ha replicado su exitoso modelo familiar. El 17 de julio de 2011 pasó por el altar con el empresario Jorge Benguría en Málaga. Tras el enlace se marcharon a Estados Unidos, donde nacieron los dos primeros hijos del matrimonio: Carlos, el primogénito, vino al mundo en 2012 y Santi, el segundo, lo hizo en 2014. Ya de vuelta en España, en 2019, nació el benjamín de la familia en 2019, Beltrán.
Trabajadora como agente inmobiliaria en la empresa familiar y con estudios en Empresariales realizados en París, Carla ha sido un personaje habitual de las revistas del corazón. Su momento de mayor popularidad tuvo lugar en agosto de 2004 cuando mantuvo un romance con el torero Francisco Rivera pocos meses después de la muerte de la madre de éste, Carmina Ordóñez.
Aquel noviazgo, que duró tan solo unos meses, acabó con la amistad familiar que durante décadas habían mantenido ambos clanes: "Fue algo pasajero y ahora cada uno tiene su vida". Tras aquella historia, Carla inició otra relación con Félix Ruiz, con el que rompió en 2008 tras casi cuatro años de relación.
Un verano para olvidar
La alegría y la estabilidad familiar ha llegado a su fin este mismo verano. El pasado 7 de agosto Carla encontró el cadáver de su padre Carlos Goyanes en su casa de Marbella (Málaga). Goyanes, que el año pasado entró en quirófano para colocarle un marcapasos tras padecer un infarto en 2016, se encontraba bien de salud y había pasado los últimos días de su vida haciendo vida familiar y doméstica pendiente de los Juegos Olímpicos.
Tan solo 19 días después su hija Caritina corría la misma suerte. Tras levantarse con molestias de la siesta en su casa de Marbella, se encontró muy mal y su marido decidió trasladarla de inmediato a un hospital ,donde no pudieron hacer nada por salvar su vida: había padecido un infarto de miocardio. Tan solo 24 horas antes también perdía su vida su tío paterno, Tito Goyanes, hermano menor de su padre.