Cuando Meghan Markle y el príncipe Harry decidieron renunciar a parte de su estatus como miembros "senior" de la familia real británica, supieron que su vida cambiaba. Y es que, desde entonces ya nada ha vuelto a ser lo mismo para ellos. Comenzaron desde hace algunas semanas a vivir en Canadá, instante en el que dejaron de ser fotografiados. Una imagen de la que fuera actriz junto a su pequeño bastó para enfadar a la pareja y para que incluso amenazaran con demandar a cualquier paparazzi.
El padre de Meghan Markle filtra un vídeo privado de su hija
Desde entonces, viven en la tranquilidad y el sosiego. Pero, ¿dónde se esconden?, ¿cuál es su vida desde su elegido retiro? Aunque son muchas las incógnitas que sobrevuelan sobre esta historia, ha sido su amigo, el jugador de Polo, Nacho Figueras, quien se ha confesado en 'Royal Divide: Harry, Meghan y The Crown'. "Está siendo un padre, un tipo que está tratando de proteger a su cachorro y su leona de lo que sea necesario. Solo quiere vivir una vida normal, tan normal como cualquier vida", ha dicho el argentino. Cambio que él comprende y que anima a realizar.
Aunque en un principio se habían alojado en 'Mille Fleurs', un lujoso refugio situado en Vancouver -repleto de árboles y con vistas al mar-, todavía se desconoce cuál será su residencia definitiva. Lo que está claro es que ambos desean una vivienda en la que puedan contar con medidas de seguridad con el fin de proteger a su pequeño Archie del revuelo mediático.
Desean una casa con fuertes medidas de seguridad
Medios británicos aseguran que Meghan y Harry ya habrían tomado la decisión. Habrían elegido una mansión valorada en más de 24 millones de euros y que consta de seis dormitorios, cinco baños, una gran cocina e incluso un embarcadero privado. No obstante, no son las únicas comodidades que permitirán a ambos vivir alejados del mundanal ruido, pues también posee unos muros que superan los seis metros y su vecindario se caracteriza por su discreción.