Descubrimos quién fue Marco, el amor de Laura Pausini que se marchó “para no volver”

“Marco se ha marchado para no volver, el tren de la mañana llega ya si él”… Con esta melancolía arrancaba ‘La Soledad’, el primer éxito musical de Laura Pausini. Durante más de 30 años los fans de la italiana se han preguntado quién fue este personaje que dejó hecho trizas el corazón de la cantante, que hoy visita ‘El Hormiguero’, y ha llegado el momento de aportar respuestas.

Fue el primer novio de la cantante

El enigmático Marco, ese que Laura miraba en su diario su fotografía “con ojos de muchacho un poco tímido” y que estaba con ella “entre inglés y matemáticas” fue el primer novio de Pausini, con el que estuvo saliendo entre los 15 y los 18 años. Según las palabras de la propia cantante fue “la primera persona que me enseñó qué significa amar y también qué significa sufrir”.

A pesar del drama adolescente que supuso para Laura aquella historia de amor, sigue manteniendo trato con ella y ha rechazado sumas ingentes de dinero por contar su versión de la historia. “Admiro mucho que sea muy reservado y eso me gusta”, dice Pausini. De él sabemos algunos datos, como que ronda los 50 años y que reside en la provincia de Rávena, en la zona norte de Italia. Pero aún así, con un nombre tan frecuente como Marco en Italia, resulta imposible de localizar.

Pero, ¿qué le hizo Marco a Laura para que se fuese a la cama pronto sin cenar aparentando fuertemente la almohada para sentir la soledad? La historia es tan universal como la canción que dio vida a historia: el chaval se fue con otra porque ella no accedió a hacer el amor con él. Al parecer, él sigue negando la mayor, pero Pausini asegura que “sé con quién fue y que si quiere le digo el nombre”.

Intentó reconquistarla tras su éxito musical

Lo que poca gente sabe es que tras el éxito que obtuvo Laura Pausini con la historia cantada de su relación él intentó volver con ella. Después de obtener el primer premio en el Festival de San Remo con ‘La Salitudine’ (título italiano del tema) el 27 de febrero Marco hizo llegar a la intérprete un ramo de flores para reconquistarla, pero ya era tarde.

A pesar de todo el dolor que le produjo su engaño, Laura se siente agradecida: “Si no me hubiera puesto estos cuernosgigantes nunca habría cantado esta canción que me ha traído mucha suerte. A veces lo llamo y le digo: ‘Por favor, no me digas que te devuelva 'royalties' o algo así, porque eso es lo que tú pagas por haberme hecho esto’”, dice cargada de humor.

Echando la vista atrás con su madurez actual, Laura reconoce que aquel desgarro adolescente ahora le parece muy cursi pero que gracias a “aquella situación yo aprendí muchas cosas de mí. Ante todo, no sabía qué significaba ser traicionada y aprenderlo tan joven fue duro y después, si no hubiera vivido esta historia con él, nunca hubiera elegido la canción ‘La Soledad’ para ir a San Remo y estoy segura de que no hubiera ganado el festival”.

 Una nueva traición en la vida de Laura

 Tras reponer su corazón de la traición de Marco, Laura Pausini consiguió rehacer su vida. Pocos meses después de romper con el chico que le quitaba las ganas de estudiar y ya convertida en una estrella del pop empezó a salir con su representante: Alfredo Cerruti.

La historia con este hombre tuvo un final parecido al de su adolescencia: la traición. Laura llegó a su casa sin avisar con la firme intención de darle una sorpresa y se encontró un pastel muy amargo: estaba en la cama con otra mujer. "Fue una ruptura durísima. Un dolor que me desestabilizó completamente. No me podía ayudar mi familia, ni el abrazo de los fans. Y tuve que trabajar mucho con una psicóloga para volver a ponerme de pie. Me sentía frágil, pero ahora soy una luchadora", reconoció la invitada de Pablo Motos

Según sus propias palabras, aquel engaño no tuvo “nada que ver con el momento en el que me dejó Marco”. De aquella experiencia también sacó un aprendizaje porque entonces “me sentía muy frágil, ahora soy una luchadora”, asevera.

Una época alocada, un amor de transición y la relación definitiva

Tras reponerse de aquel golpe Pausini decidió desmelenarse: comenzó a salir de fiesta y a disfrutar de las relaciones esporádicas. En 2003 intentó poner freno a ese desenfreno y comenzó una relación con Gabriele Parisi, que también fue su manager. Con él estuvo dos años y en esta ocasión fue ella la que decidió romper.

En 2005 Laura conocería al gran amor de su vida, su marido Paolo Carta, guitarrista y miembro de su banda. La pareja tuvo en 2013 a su única hija, Paola, y el año pasado se casaban en una ceremonia civil e íntima en la que la niña ejerció de dama de honor.