Lolita Flores es una de esas famosas institucionales a las que todo el país adora. Famosa desde su concepción, ha demostrado contar con un enorme talento que ha podido incluso con la enorme sombra que siempre ha proyectado la leyenda de su madre, la grandísima Lola Flores. Su nombre y legado es el de una famosa amable que lo mismo tiene canciones de éxito, que ha presentado programas de televisión o que sirve de invitada y tertuliana recurrente pero su amplia biografía también ha conocido momentos muy complicados de los que ha sabido salir adelante con sabiduría y dignidad.

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Problemas con el alcohol y las drogas

El fallecimiento de su madre y de su hermano Antonio con casi 15 días de diferencia sumieron a Lolita Flores en una profundísima depresión. La artista confesaba el año pasado en Telecinco que aquella concatenación de desgracias le hizo caer en unas adicciones que había mantenido en secreto hasta ese momento.  "Cada uno lleva el dolor de una pérdida como puede. Me lo quité a base de tomarme muchas botellas de whisky, de probar sustancias que nunca antes había probado", confesó en ‘El Musical de Tu Vida’ la intérprete de ‘Sarandonga’.

Lolita en un funeral

La tragedia que sacudió en 1995 hundió a todos los integrantes del clan en un pozo de tristeza que afectaba de manera individual a cada miembro y a toda la familia de manera colectiva. "Mi padre no quería vivir. Perdió al amor de su vida y a su hijo y perder a un hijo para un padre es lo peor", relató Lolita sobre Antonio González, "El pescaílla". Fue Rosario Flores fue que con su fuerza natural sacó a los suyos de aquella espiral mientras gestionaba su propio dolor.

Lolita cuenta que el otro acicate que le permitió salir adelante y superar las dos pérdidas fue su propio destino: "A mí me salvó que tenía dos hijos, que tenía mi trabajo. Me salvaron mis amigos, me salvó el volverme loca durante un año y medio o dos años, sin salir y sin dejar a mis hijos desamparados", confesó la artista con la sinceridad que le caracteriza.

Lolita Flores

Una ruina económica

Aquel episodio tan oscuro no ha sido el único escollo vital al que se ha enfrentado la hija mayor de Lola Flores. Durante muchos años, a pesar de su enorme fama y su buena proyección profesional, ha estado literalmente ahogada por las deudas. Cuenta la estrella que las vicisitudes financieras empezaron después de casarse con Pablo Durán y vender la exclusiva del enlace a una revista. "A raíz de esa exclusiva me hicieron una inspección y me empezaron los problemas", reconoció en televisión.

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“He tenido que pedir dinero para comer, para vivir y para pagar la hipoteca a mi hermana. Ahora no me puedo quejar, estoy al día con Hacienda, tengo trabajo y vivo de alquiler”, le contaba a Bertín Osborne en su programa de entrevistas. La cantante explica que durante un tiempo solo su hermana Rosario la ayudó en aquella etapa, "en la que no se acordó de mí absolutamente nadie".

El peso de la fama

Lolita también ha hablado en varias ocasiones del peso que le ha supuesto en su vida ser tan famosa como ella ha sido desde el mismo día en el que nació. "Por ser Lolita Flores tuve que renunciar a ser libre", ha confesado la artista sabiendo que sobre ella había muchos ojos, y por ello tenía que medir quién es, con quien va o a qué lugares. "Yo ahora me quedaría en pelotas y me metería en el agua, pero no puedo por quién soy", argumenta.

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Gtres

A pesar de que la popularidad le ha proporcionado muchas prerrogativas, la hija de Lola Flores no puede evitar añorar la intimidad que se le privó en momentos tan señalados como su boda o la muerte de su madre. Sobre el funeral de su madre, Lolita lamenta no haber podido estar "ni cinco minutos a solas con ella" por la forma en la que la gente se volcó en la despedida. Además, recordó cómo la matriarca del clan siempre dejaba una carta en casa cada vez que se iba de viaje por si pasaba algo, aunque "nunca llegué a leerla".

El desamor, muy presente en su vida

Lolita, que este domingo se abre en canal ante Jordi Évole en La Sexta, tampoco ha sido una mujer afortunada en el amor. “Me han humillado como mujer. Un día te dicen que te quieren y al otro día no te miran a la cara, le cuenta al catalán en referencia a sus experiencias amorosas.

Casada en dos ocasiones (una con Guillermo Furiase y otra con el cubano Pablo Durán) ha protagonizado varios romances en las revistas del corazón: de Joan Manuel Serrat a Paquirri pasando por Juan Y Medio son muchos los hombres que han ocupado el corazón de la artista que ahora asegura llevar muchos años “libre como los taxis”. En este sentido la cantante y actriz sostiene que va a alcanzar pronto el record de Terelu, que asegura llevar nueve años sin conocer varón.