Daniel Sancho reconstruyó el crimen de Edwin Arrieta ante la policía tailandesa. Impactantes imágenes en las que dio detalles de la brutal pelea que el cirujano colombiano y él protagonizaron en la habitación del hotel en el que se alojaba el hijo de Rodolfo Sancho. "En poco tiempo, estaba todo lleno de sangre, y puse el agua caliente a tope, para que la sangre no se coagulase y se pegara", dijo el joven. Un relato en el que contó cómo se deshizo del cuerpo y cuya difusión provocó el enfado de la familia, ya que ellos todavía no habían tenido acceso al mismo. Esta semana, de hecho, arrancábamos el día con la opinión del portavoz de Rodolfo: "Nos sorprende que estas imágenes puedan estar en televisión sin que la defensa las tenga todavía". Pues bien, no es el único vídeo que ha visto la luz, siendo este lunes 11 de septiembre cuando se han conocido más detalles de la actitud de Daniel cuando volvió con la policía al lugar de los hechos.
Daniel Sancho hizo varias interrupciones durante la reconstrucción
Estas nuevas imágenes son estremecedoras, ya que en ellas Daniel Sancho cuenta cómo empezó a meter el cuerpo descuartizado de Edwin en bolsas negras: "Lo metí en bolsas, pero en bolsas negras. No miraba qué metía en cada bolsa". Un proceso casi mecánico que el joven de 29 años inició para no dejar ningún rastro del asesinato cometido en Tailandia sin imaginar que se descubriría y que su vida estaba a punto de cambiar para siempre. Mucho menos que entraría en prisión y que podría llegar a ser condenado a pena de muerte por ello.
Daniel Sancho a la policía: "Me quiero seguir portando bien"
Esta confesión, que tuvo lugar a comienzos de agosto, llama también la atención por cómo se dirige el chef a las autoridades tailandesas, a quienes les dice "que está portando realmente bien y que quiere seguir haciéndolo". Declaraciones reveladas en 'Vamos a ver' que dejan ver el aplomo con el que habla a la policía, al igual que también los nervios que solo en ciertos instantes se apoderan de él. Tanto es así que hay en dos momentos en los que hace dos peticiones a la policía: la primera de ellas lavarse los dientes y la segunda darse una ducha. Una ducha que, por cierto, se daría en el mismo baño en el que acabó la vida de Edwin, otro detalle escalofriante. Necesitaba un receso y no dudó ni un momento en decirlo en voz alta.
Lejos de negárselo, las autoridades ahí presentes buscaron las llaves para retirarle las esposas y que se cumplieran así sus deseos. "Le dejamos que se duche. Estamos buscando las llaves para quitarle las esposas", respondió uno de ellos. Esto es cuánto menos llamativo, pero desde Tailandia aseguran que es una forma de ganarse su confianza y de que confesase con pelos y detalles lo sucedido con el cuerpo de Edwin Arrieta. De hecho, fue poco después cuando el propio Daniel Sancho contó que la policía le había llevado a cenar a un restaurante de lujo, otro detalle que dejaría ver el tratamiento que le han dado en el país asiático tras lo sucedido.