Este lunes a las 10:30 de la mañana estaba previsto que Dani Alves se sentara de nuevo en los juzgados para testificar sobre el supuesto caso de violación ante la jueza. En principio, la defensa del futbolista brasileño iba a pedir su libertad tras su nueva y quinta versión de los hechos, Sin embargo, un error de comunicación entre los juzgados y la prisión ha provocado que se suspenda la vista. "La letrada Ester García, abogada de la víctima nos ha explicado que la declaración de momento se suspende porque ha debido haber un error en el escrito del juzgado a la cárcel solicitando la salida y ese error ha impedido que Alves pudiera ser excarcelado para estar puntualmente a las 10 y media", ha adelantado Mayka Navarro en 'El programa de Ana Rosa'.
Han pasado ya 90 días desde que el brasileño entrara en la prisión de Brians II
El ex jugador de fútbol tenía previsto declarar ante la jueza que mantuvo relaciones sexuales con la denunciante, pero que fueron consentidas, según ha adelantado 'La Vanguardia'. Hay que recordar que la jueza que lleva el caso rechazó la petición del futbolista de que la víctima sea examinada por un psicólogo contratado por su defensa y que la exploración se grabe en vídeo.
Alves está a tres días de cumplir su tercer mes en la cárcel. Han pasado ya un total de 90 días desde que el brasileño entrara en la prisión de Brians II. Hace unos días, los funcionarios le dieron un toque de atención hace unos días, según ha informado Mayka Navarro este lunes en el citado diario. La causa de la 'regañina' tiene que ver con el barullo que montó en su celda con motivo del carnaval de su país. "El hombre improvisó una batucada en su celda golpeando con ritmo todo lo que tenía a mano. Entonces los trabajadores abrieron la puerta para recordarle que no eran horas, ni lugar para fiestas", ha desvelado la periodista. La defensa del deportista asegura que su actitud ha sido siempre magnífica: "Sus rutinas no han cambiado y mantiene el mismo comportamiento ejemplar del primer día. Solo una vez tuvieron que llamarle la atención los funcionarios".
La de este lunes iba a ser la quinta declaración del marido de Joana Sanz. Tras la presunta agresión sexual durante el 30 de diciembre en la discoteca Sutton de Barcelona, Dani Alves declaró que no conocía a la persona que la denunció. Más tarde confesó que fue ella quien se abalanzó sobre él cuando estaban en el baño. En otra de las declaraciones, el exfutbolista dijo que habían mantenido relaciones sexuales, pero que decidieron no decir nada para proteger a su ya expareja, Joana Sanz, y para evitarle un mal mayor.
Lo que tenía previsto contar ante la jueza el jugador es que conoció a la joven que lo acusa de supuesta agresión sexual en el reservado de la discoteca Sutton, donde llegó acompañado de su amigo Bruno. Que antes de acceder al baño bailó y flirteó con la denunciante y la amiga de esta, pero sobre todo con su amiga. Y que la joven accedió al baño del reservado libremente tras pactarlo previamente los dos. El relato del acusado se iba a ajustar al estudio de las imágenes realizado desde el despacho de Martell y que muestra a la mujer accediendo a esa primera puerta que da acceso a una segunda que dirige a un pequeño baño, dos minutos después del jugador, y sin que parezca que hay ningún tipo de presión ni amenazas.
El jugador insiste en que la mujer accedió libre y conscientemente a dicho lugar. Si intención en esta nueva visita a los juzgados consistía en explicar por primera vez que las relaciones sexuales fueron “consentidas por ambos” y que los dos pactaron que él regresaría al reservado primero y después lo haría ella, pero no juntos para no levantar sospechas. También se sabe que el plan de Cristóbal Martell, abogado de Alves, era presentar a la magistrada una petición de libertad.