La boda de Cristina Pedroche y David Muñoz fue, ante todo, discreta. La pareja huyó de grandes festejos y sorprendió dándose el "sí, quiero" en el marco de una íntima celebración en el salón de su hogar. Ahora, la colaboradora ha explicado la razón por la que se casó con 26 años, a tan solo seis días de su cumpleaños.
La curiosa anécdota ha surgido cuando en 'Zapeando' se ha dado a conocer el estudio de dos matemáticos que han establecido los 26 años como la mejor edad para casarse. La de Vallecas ha confirmado que la elección de su fecha de boda no fue casual: "Yo me casé a los 26. Forcé la máquina para casarme con 26 porque es una cifra que va conmigo, porque es mi número favorito de siempre. Yo me quería casar con 26".
Tanto corrió que la celebración tuvo lugar tan solo seis días antes de soplar las velas. Fue ante notario y con la única presencia de sus padres: "Me casé el día 24 de octubre y yo el día 30 cumplía 27. Y me casé con 26". La pareja optó por hacerlo a su particular manera: "Nosotros queríamos algo muy íntimo, pero tampoco hacía falta que fuese en el salón de nuestra casa con vaqueros, así deprisa y corriendo". También bromeaba cuando su compañera Lorena Castell le decía si ahora se casaría organizando algo más grande: "Yo sé que tú quieres que haga una fiesta". Explicaba, además, que no se había quedado con una espinita clavada de haber planificado algo más multitudinario: "Cada 31 de diciembre me caso con España".
La boda se produjo en 2015 antes de que celebraran su primer aniversario como pareja. La colaboradora y el chef comenzaron su relación en diciembre de 2014. Como detalle especial para el señalado día, Cristina Pedroche llevó un collar de uno de los pilares de su vida, su abuela, quien había fallecido el año anterior.
Cinco años de matrimonio
Cristina y David se han convertido en el mejor tándem. Así lo demuestran siempre que pueden. "Cada día estoy más enamorada, tenéis que creer en el amor porque el amor existe", aseguraba la colaboradora que ha disfrutado de unas recientes vacaciones en Ibiza. Un tiempo de descanso en el que ha aprovechado para navegar con amigos, practicar paddle surf, broncear su piel y pegarse refrescantes chapuzones en aguas mediterráneas.
La 'influencer' hacía partícipes a sus 2,9 millones de seguidores de estas vacaciones compartiendo diversas imágenes. En una de ellas, el matrimonio derrochaba pasión protagonizando un romántico beso. Cristina Pedroche le dedicaba este mensaje a su gran amor: "Si tuviera que volver a comenzar mi vida, intentaría encontrarte mucho antes". A lo que el cocinero contestaba con las siguientes palabras: "Amor extremo y eterno".