El estado de salud de Concha Velasco continúa generando preocupación. La veterana actriz, de 83 años, está ingresada en el hospital Puerta de Hierro de Madrid donde pasará la última noche de este 2022. SEMANA ha podido hablar con el entorno de la intérprete que nos ha trasladado que continúa "débil". Sin embrago, no pierde el ánimo y su sentido del humor.
"Sus hijos no se separan de ella ni un minuto", afirmaba una persona cercana a la familia que está en contacto directo con Manuel y Paco Martínez Velasco. Todos coinciden en indicar que son las "peores fechas para pasarles en un hospital". También que es allí donde mejor puede estar -supervisada las 24 horas del día por si existiera algún sobresalto-. Salvo cambio de planes de última hora, sus hijos se tomarán las uvas con ella en la habitación donde está ingresada. "Quieren estar con ella en Nochevieja, acompañándola como han hecho siempre".
A la espera de la evolución de Concha Velasco
Su hijo Manuel ha reconocido que “podrían darle el alta la semana que viene”. Aunque todo dependerá de cómo evolucione la actriz. La querida 'chica yeyé' se encuentra delicada desde hace prácticamente un año. Su estado se agravaba en los últimos días cuando tuvo que ser trasladada al hospital porque en la residencia donde vive no podían administrarle la medicación que precisa en este momento. El equipo médico tomó la decisión de llevarla a un hospital próximo a la residencia ubicada a las afueras de la capital.
Durante los últimos días, su hijo Manuel ha reconocido que su madre se encuentra "delicada y frágil", pero que su estado de salud no ha echo mella en su ánimo. Mujer vital donde las haya se retiró de los escenario en septiembre de 2021, a punto de cumplir 82 años y después de 66 subida a las tablas. Hasta entonces había permanecido al pie del cañón representando la obra 'La habitación de María', escrita por su hijo. "Hoy ha sido la última representación que voy a hacer en el teatro. Mis hijos quieren que deje de trabajar en el teatro, sobre todo que no haga giras, así que será la última vez que me vean", afirmaba en el marco de una emotiva despedida que tuvo lugar en el Teatro Calderón de Valladolid, la tierra que la vio nacer en 1939.
Un gran día que vivió arropada de los suyos, entre ellos, su hijo Manuel. «Se merece descansar, estar con la familia y disfrutar de la vida. Mi madre ha trabajado mucho como tantísimos españoles, pero ya toca que descanse y que esté tranquila», afirmaba entonces a la prensa. También subrayaba que se sentía "terriblemente orgulloso de la madre que tengo y de la familia que tengo, estamos muy emocionados, ha sido un día precioso», añadía.