Concha Velasco abandona el hospital

Tras unos días ingresada en el madrileño hospital Puerta de Hierro, Concha Velasco recibía el alta a escasas horas de terminar 2022. La veterana actriz, de 83 años, abandonaba el centro médico acompañada por su hijo Manuel. 

Durante los últimos días ha preocupado mucho la salud de la intérprete. Tuvo que ser trasladada al hospital porque en la residencia donde vive no podían administrarle la medicación que precisa en este momento. Finalmente ha recibido el alta, tal y como ha informado '20 Minutos', lo que evidencia una mejoría. El mismo diario añadía que había regresado con total discreción a la residencia donde lleva viviendo desde hace algunos meses.

La evolución de Concha Velasco

Todo parece indicar que la evolución de la actriz es favorable. Recientemente su hijo reconoció que veía a su madre "débil", pero que no había perdido su buen humor. Ahora continuará supervisada por su equipo médico de confianza, también por el personal de la residencia en la que habita. A su lado en todo momentos han estado muy pendientes de su evolución sus dos hijos, Paco y Manuel. Este, además, se ha convertido en portavoz de la familia dando la última hora sobre el estado de salud de su progenitora.

La salud de Concha Velasco se resintió en el verano de 2021. "Durante los últimos tiempos se ha debilitado su salud de manera rápida y progresiva debido a su enfermedad", afirmaba su hijo Manuel. Un deterioro que coincidió con su retirada de los escenarios. Estuvo al pie del cañón hasta septiembre de 2021, a punto de cumplir 82 años. La última obra que representó fue  ‘La habitación de María’, escrita por su hijo. Su despedida tuvo lugar en el Teatro Calderón de Valladolid, su ciudad natal. «Hoy ha sido la última representación que voy a hacer en el teatro. Mis hijos quieren que deje de trabajar en el teatro, sobre todo que no haga giras, así que será la última vez que me vean».

Durante aquella emotiva jornada en la que dijo adiós a los escenarios también estuvo rodeada de los suyos. Su hijo Manuel reconoció entonces que su madre necesitaba tranquilidad. "Se merece descansar, estar con la familia y disfrutar de la vida. Mi madre ha trabajado mucho como tantísimos españoles, pero ya toca que descanse y que esté tranquila». Además, añadía que se sentía "terriblemente orgulloso" de su progenitora.