Claudia Ula, hija de Raquel Revuelta, tiene una vida más que consolidada junto a su pareja Vicente Benítez con el que se ha ido a vivir juntos. Esta nueva etapa de su vida, Claudia la afronta con seguridad y felicidad ya que la pareja se ha comprometido y esperan darse el 'sí, quiero' el año que viene. Ahora, viven juntos en un piso de apenas 40 metros cuadrados que han reformado en su totalidad ya que se trataba de la consulta privada de un doctor. Sigue leyendo y descubre el antes y después del piso en el que vive Claudia Ula junto a su pareja.

Mientras la pareja empezaba a organizar los preparativos para su gran día, han ido transformando poco a poco su nueva casa que han alquilado en Madrid donde ya hacen vida de enamorados. Hace un año y medio que adquirieron la casa pero ha sido recientemente cuando han podido entrar a vivir tras la gran reforma que han hecho, sobre todo, en dos de sus estancias principales: el salón y el dormitorio principal. El piso cuenta con apenas 40 metros cuadrados, ya que en el pasado era una clínica médica de un doctor que se había jubilado y que les había dejado los muebles, por lo que han decidido aprovechar al máximo el espacio de cada estancia

"Vicente sí tuvo ojo para verloTampoco necesitábamos mucho para nuestro primer alquiler juntos", ha asegurado la hija de Raquel Revuelta en un emocionante vídeo que ha compartido en sus redes sociales haciendo un 'house tour'. "Con mucho cariño y no muchos recursos, la sala de espera de la consulta se convirtió en nuestro saloncito, y el despacho en nuestro dormitorio", ha contado la joven sobre la reforma que le ha hecho al piso. Y es que poco a poco han conseguido transformarlo en un auténtico hogar acogedor y con un ambiente muy cálido. "Con cada vez más cosas nuestras, de los dos, pero sobre todo más recuerdos, también de los dos. No sé si nos queda mucho o poco tiempo en esta casita, pero cuánto la queremos ya", cuenta Claudia Ula.

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Casas de famosos

El estilo principal de la vivienda antes de la reforma era puramente rústico y señorial, con muebles de vintage y una decoración bastante sobria que han transformado en un espacio diáfano y de estilo nórdico. El anterior dueño les dejó un gran sofá de piel de color camel donde podían sentarse los pacientes en lo que era la salita de estar que ahora es el salón, y un gran escritorio y una alfombra con estampados bastante llamativos que formaban parte del antiguo despacho que ahora es su dormitorio. La pareja ha retirado estos muebles para dejar más libres las estancias y que pueda verse al brillante parqué original de la vivienda.

Tomás y María ha optado por una decoración minimalista, nórdica y en tonos neutros para transmitir una mayor sensación de amplitud.  Estos colores están presentes desde el salón, con tonos blancos y beiges muy luminosos, hasta el dormitorio que sigue la misma línea cromática. De este modo, han conseguido crear un ambiente muy acogedor y confortable, con rincones pensados para desconectar del día a día y recargar las pilas. 

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Casas y decoración

El salón de la pareja cuenta con un gran sofá chaise longue de color beige situado bajo las ventanas por las que entra mucha luz natural. Está acompañado de una butaca clásica de color marrón chocolate junto a una mesa auxiliar de dos piezas circulares de madera envejecida con la estructura metálica de color negro. La estancia descansa sobre una gran alfombra de fibras naturales que delimita aún más la zona de descanso del salón. La televisión está colgada en la pared y debajo de ella han colocado un mueble de madera lacada con varios espacios de almacenaje donde la pareja ha ordenado todos su libros. La estancia cuenta con elementos decorativos como jarrones de cerámica en tonos tierra y varias plantas naturales que le dan un toque de frescor a la casa.

Así como el dormitorio principal de la pareja que mantiene la línea cromática del resto de la casa. Han situado la gran cama doble debajo de los grandes ventanales con los que cuenta el espacio, con ropa de cama de color blanco y cojines de diferentes texturas en tonos neutros. A los pies de la cama, han colocado una pequeña mesita rústica de madera que parece el tronco de un árbol con un jarrón de cerámica en tonos tierras y varias plantas naturales. A través del estilo nórdico y de utilizar solo los elementos decorativos necesarios, la pareja ha creado un espacio perfecto para el descanso muy acogedor y elegante.

Y por supuesto, sus seguidores no han tardado en dejarle números mensajes tras descubrir el antes y después de su casa. "Muy coqueto y acogedor", ha comentado un seguidor. "Lo importante es el amor y la ilusión que le habéis puesto", prosiguen los mensajes de cariño y ánimo a la pareja que se dará el 'sí, quiero' el año que viene.