Para muchos, Elena Tablada irrumpió en el imaginario colectivo a raíz de su relación con David Bisbal. La leyenda cuenta que la diseñadora de joyas era una fan del almeriense que consiguió robarle el corazón cuando este estaba con Chenoa. Todo esto es cierto, pero Tablada ya provenía de una importantísima familia.
Por ese motivo, hoy nos adentramos en el clan de los Tablada. Se trata de una importante familia procedente de Cuba que desembarcó en España en 1970 y que se hizo un hueco por sí misma en la alta sociedad del país. Asentados entre La Moraleja y la Marbella de los años dorados ayudaron a dibujar el estilo de vida de la clase alta de toda una época.
El origen: los abuelos cubanos de Elena
Tenemos que remontarnos a los años anteriores del castrismo para ubicar el origen de su fortuna. La abuela de Elena, Elena Moure, era una hermosa joven de La Habana que al cumplir la mayoría de edad contrajo matrimonio con su primer y único novio: el doctor Jorge Tablada, cirujano plástico y ginecólogo. Estuvieron juntos toda la vida hasta la muerte del doctor en 2023.
La pareja formaba parte de la llamada alta sociedad de la capital cubana y su vida transcurría feliz. La pareja tuvo dos hijas, Elenita (madre de la ex de Bisbal y Javier Ungría y que también estudió medicina) y Vivian. Con el estallido de la revolución tuvieron que emigrar de manera precipitada y la pareja huyó en compañía de Vivian. Fueron los propios revolucionarios quienes les ayudaron a salir de Cuba: ciudadanos sin recursos a los que el médico había atendido en su consulta de manera gratuita.
La madre de Elena, que estaba casada, se quedó en temporalmente en Cuba. Tras separarse Elentita, como la conocen familiarmente, llegó a España en 1972 siguiendo los pasos de su padre, pero antes pasó 30 días en la cárcel por querer huir del régimen.
Riqueza, mansiones y alta costura
Instalados en Madrid, los abuelos de Elena Tablada montaron una consulta: él ejercía de médico y ella de enfermera. A pesar de que se instalaron de manera humilde, la consulta de cirugía plástica y ginecología empezó a despuntar rápidamente. Empezaron a atender a las celebrities de la época y aquellos clientes acabaron formando parte de su entorno.
Los Tablada alternaban con nombres como Rocío Jurado, Carmen Martínez-Bordiú, los hermanos Griñón, Isabel Preysler, Julio Iglesias o las princesas Hohenlohe y Baviera. De la calle Juan Bravo pasaron a Núñez de Balboa y, por último, recalaron en la exclusiva urbanización La Moraleja. Las fiestas que organizaban en sus casas se convirtieron en antológicas.
El vestidor de Elena Moure, que pronto se convirtió en una de las mujeres más elegantes de la capital, era la envidia de la alta sociedad madrileña. En sus perchas colgaban decenas de vestidos hechos a medida por el mismísimo Cristobal Balenciaga.
Elenita y Vivian, entre fiestas y veraneos marbellís.
La tía de Elena llegó a convertirse en ‘Lady España’: un certamen que se dedicaba a premiar a damas de la alta sociedad y Lady Universo. Se casó con Rafael Lozano, manager de Rocío Jurado y mano derecha de Julio Iglesias.
Elenita, por su parte, también se convirtió en una clásica de la crónica social y era habitual de los fiestones de lo que entonces se conocía como “la jet set” o la “beautiful people”. Hasta la muerte de la matriarca, fallecida por covid en 2020, era habitual ver a las tres en eventos de sociedad.
El padre de Elena Tablada la abandonó cuando tenía ocho años
La madre de Elena se casó dos veces en España: la primera con Alfonso Lafuente, y otra con el también médico Federico Montes, el padre de Elena y su hermana Naele. Se conocieron en una fiesta en la embajada cubana, y tuvieron en Madrid a sus dos hijas.
Los cuatro se mudaron a Miami y, tras varias idas y venidas, la pareja se separó definitivamente cuando Elena tenía ocho años y las niñas nunca volvieron ver a su padre. “No volví a saber de él hasta que lo vi en la tele. Cuando empecé con David acudió a un programa de tertulianos de Telecinco”, lamenta la ex de Bisbal que nunca ha utilizado su apellido paterno.
Naele, la hermana de Elena
La hermana menor de Elena Tablada ha conseguido mantenerse en el anonimato. Comparte nombre con su madre, su abuela y también con su propia hermana porque Naelé es Elena escrito al revés. Fundó de una empresa especializada en relaciones internacionales cuya página web aparece sin actividad. Casada con Adrián Chamorro es madre de dos niños: Oli y Nala. El embarazo del primogénito coincidió con el de la segunda hija de Tablada (Camila, fruto de su relación con Javier Ungría) y durante la gestación era habitual que las dos hermanas presumiesen juntas de tripita en sus respectivas redes sociales.
El salto a la fama de Elena y su fracaso empresarial
Llegados a este punto, entendemos que Elena salta a la fama siendo un nombre anónimo para la población, pero bien conocido en los círculos más exclusivos. “Yo tenía 24 años, era una niña. Y repente estoy en todas las revistas y me acusan de que le he quitado el novio a Chenoa”, recuerda con amargura. “Decían que yo era una aprovechada, que estaba con David porque quería fama y dinero. Y es mentira”, ha explicado.
Elena intentó forjarse una carrera propia como diseñadora de joyas y creó la firma ETNA by Elena Tablada, pero hoy día su tienda online no está activa. "Lleva años parado, pero nunca con las puertas cerradas", confesó en el 2022.