La noticia de la maternidad de Ana Obregón, que adelantó SEMANA en exclusiva, ha revolucionado no solo el mundo del corazón. El hecho de que haya sido madre a los 68 años -por gestación subrogada- ha abierto un debate en nuestro país que ha traspasado el ámbito de las revistas de la crónica social. Hasta en el Congreso de los Diputados se ha convertido en el tema del día. Es algo que para Celia, hermana de la actriz y presentadora, es desorbitado. Este jueves confesado que no da crédito a las polémicas que se han creado tras conocerse la decisión de su hermana. Ella y su familia están "alucinados de la que se ha montado". La hermana de la actriz ha mostrado su malestar con la situación: "Con los problemas que hay en España es acojonante de verdad que sea casi una cuestión de Estado todo esto. Es tristísimo".
Vídeo: Europa Press
Celia Obregón asegura que habla mucho con Ana, quien solo compartió las intenciones que tenía de repetir la experiencia de la maternidad a sus hermanos y a Alessandro Lequio: "Solo Amalia y yo y Alessandro". Mientras en nuestro país, las redes siguen ardiendo con este asunto, Ana vuelve a sonreír al tener a su pequeña en brazos. Una niña que trae luz a su vida después de la trágica muerte de su hijo, Aless Lequio, en mayo de 2020. "Llegó una luz llena de amor a mi oscuridad. Ya nunca volveré a estar sola. He vuelto a vivir", ha escrito en las redes sociales, donde hemos podido leer sus primeras palabras tras la llegada de la bebé.
Su hija Ana pasará a convertirse en su principal razón para vivir. Fue el pasado 20 de marzo cuando el bebé nació en el Hospital Memorial Regional Hospital en Miami. Sus amigos están emocionados y felices por ella. Susanna Uribarri ha dicho a SEMANA que esta decisión cambiará su vida: "Creo que ahora Ana ha recuperado la alegría y tiene motivos de sobra para vivir. Ana está feliz. Ahora está muy feliz". Por su parte, su amigo Raúl Castillo, a quien considera "un hermano", no ha ocultado lo ilusionado que está ante la llegada de su "sobrina": "Hacía años que no la veía sonreír así (...) Me escribió Ana para decirme que si podíamos hacer una videollamada y allí me contó todo. Se me llenaron los ojos de lágrimas de la emoción".