Carolina Molas, madre de Iñigo Onieva, sigue sobrepasada ante la presión mediática.
Dos semanas después de que estallase la ruptura entre Tamara Falcó e Íñigo Onieva, la familia del madrileño no puede más. La presión mediática es enorme. Se les hace muy difícil sobrellevar la presencia de la prensa gráfica en las puertas de su casa. Están al límite. Y así lo ha hecho saber Carolina Molas, la hasta ahora suegra de la marquesa de Griñón: "Dejadnos tranquilos, por favor".
Vídeo: Europa Press
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La madre del empresario ha abandonado el domicilio familiar sin desvelar cómo se encuentra su hijo y si ya ha recogido todas sus pertenencias del domicilio que compartió con Tamara Falcó. Este miércoles se ha visto al chófer de Isabel Preysler recogiendo los enseres de la aristócrata. La socialité alquiló esta vivienda hace aproximadamente dos años para vivir mientras terminaban la obra de su espectacular ático, una vivienda por la que paga aproximadamente 3.000 euros al mes. Es grande, luminosa, decorada a la última y, además tiene una terraza en la que ambos han disfrutado de excepcionales vistas del centro de Madrid.
En la actualidad, Iñigo Onieva sigue sin dar señales de vida. Sus imágenes besando a otras mujeres, que se destaparon 24 horas después de que Tamara anunciase el compromiso de la pareja, lo han situado en el ojo del huracán. Hasta ahora, su familia capea el temporal como puede cada vez que se enfrenta a las cámaras, pero para Carolina Molas resulta especialmente doloroso que le pregunten de manera constante por su hijo.
Hace unos días, sin ir más lejos, la veíamos llorando ante los medios. Sin poder contener las lágrimas, la madre del empresario exigía que por favor la dejasen en paz, asegurando que no iba a hacer declaraciones sobre la vida privada de su hijo y pidiendo que se la dejase al margen de la ruptura de Íñigo y Tamara. Poco después trascendía que la empresaria había puesto tierra de por medio y se había ido de viaje para tomar un respiro ahora que su hijo copa todos los titulares de la prensa del corazón.
Tamara Falcó ha regresado ya a Madrid tras intervenir en el Congreso Mundial de las Familias en México
De regreso en Madrid, la madre de Íñigo Onieva, sobrepasada aún, pero más tranquila, hacía una nueva petición. En esta ocasión pedía una tregua. Y que se respetase su deseo de no aparecer ante las cámaras. "No me saquéis por favor, no me saquéis", rogaba, con la el rostro serio. Mientras tanto, Tamara Falcó ya se encuentra en España tras su viaje exprés al continente americano. Allí ha vuelto a hablar de su expareja públicamente. En su reciente intervención en el Congreso Mundial de las Familias en México hablaba de él y de cómo ha reflexionado tras poner fin a su historia de amor: ahora su ex lo que le transmite es pena y solo piensa "en el perdón".