Carmen Lomana nos recibe en su casa y nos cuenta sus 'secretos'

Carmen Lomana nos ha recibido en su espectacular casa para hacer balance del día a día y para hacer un retrato de la empresaria, que nos desvela muchísimas facetas que la gente desconoce.

Ese día Carmen, que es infatigable, está pendiente de todo, de los arreglos domésticos, de que su casa funcione como un reloj y de ser una buena anfitriona con nosotros.

Impecablemente vestida para la ocasión (siempre está perfecta y adecuada para cada circunstancia) queremos que nos cuente cómo es un día en su vida, pero resulta inevitable que un tema nos lleve a otro y acabemos hablando de su interesantísima historia personal.

Carmen Lomana es una gran narradora y hay momentos que da la impresión de que estamos asistiendo a la lectura de una novela, porque su vida, plagada de viajes, vicisitudes y también momentos dramáticos, es apasionante. El denominador común es el de una mujer que ha sabido luchar, recomponerse y reinventarse.

Muy trabajadora

"Suelo levantarme sobre las siete o siete y media, dependiendo de las cosas que tenga que hacer, porque me gusta tomarme una hora para organizar la agenda, el día y desayunar en la cama, que me encanta. Oigo la radio para ponerme las pilas de lo que está pasando en el mundo. Me levanto y normalmente trabajo en casa, si tengo reuniones procuro que sean a última hora de la mañana. Normalmente las mañanas son de trabajo intenso. Muchos días almuerzo fuera con amigos o con temas de trabajo y el día que almuerzo en casa me encanta también. La tarde me la suelo tomar más tranquila, si puedo, si no estoy trabajando en los medios."

Adora las orquídeas

Carmen tiene unas orquídeas espléndidas en la terraza de su casa de Madrid. En la que tenía en San Sebastían disponía de un jardín espectacular, pero la vendió "Para mí era como una tumba. En el norte, con el clima, una casa con un jardín de una hectárea, no quería salir, metida en una concha de caracol. Cuando venía a Madrid me daba cuenta que no tenía tantos recuerdos. Me costó mucho esfuerzo. Ser feliz es una cuestión de voluntad, de querer serlo, de ir pidiendo ayuda. Hubo una época en la que tuve que tomar pastillas para dormir, en cuanto pude lo dejé. Tomé un derivado del Prozac, porque no quería vivir. Me desmayaba constantemente".

La herencia de su madre

"Con mi hermano es imposible resolver nada, además, se inventó todo, porque nunca he estado desheredada, pero no puedo hablar de este asunto. Ha sido muy duro. La herencia está dividido entre cuatro partes. Con el resto de mis hermanos y mis sobrinos tengo una relación fenomenal. El único que no está en nuestra vida es Rafa porque él no ha querido",

Así se cuida

"Desde los 13 años no me he ido sin desmaquillarse a la cama, siempre me limpiaba la piel, me daba anticelulíticas y he comido muy bien a partir del momento que me hice vegetariana. Siempre me he cuidado mucho. No he hecho un régimen en mi vida, como cosas que me nutran, que me alimenten, no calorías vacías. Sé lo que tomo, lo que es bueno para el pelo, para las uñas, para la piel… Te ayudan a sentirte fuerte, a no cansarte".

Ser alcaldesa

"Mis ambiciones políticas pasan por ayudar a los españoles y hacer lo mejor que pudiese hacer. Un sitio que me encanta es el ayuntamiento. Jamás seré alcaldesa, pero se podría hacer una gran labor. Madrid podría tener una imagen corporativa fantástica que no la tiene, empezando por la gráfica y muchas otras cosas", dice Carmen, quien nos cuenta que no tiene pretensión de presentarse a un cargo de este tipo.

Los negocios de su marido

"Sigo peleando por ello. Mi marido no hizo un negocio en su vida porque era un magnífico diseñador industrial y arquitecto, pero pésimo para los negocios. Era el típico que llegaba un amigo para abrir un centro de bricolaje y por no decirle que no lo abría y luego se iba al garete. Soy más pragmática. Cuando murió Guillermo fue terrible porque me encontré con una oficina en Londres, otra en Madrid, con proyectos por todo el mundo… En un momento todo desapareció. Te planteas qué hacer con todo eso.  Además hubo muchos clientes que aprovechándose de la situación no quisieron pagar o se iban en suspensión de pagos… Llegué a la conclusión de que era algo muy personal de Guillermo. Cuando me reuní con su gente lloraban y yo les animé a seguir. Les pagué lo que hubiera que pagarles y les dejé el fondo de clientes. Les dije que aprovecharan lo que habían aprendido con mi marido, pero en aquel entonces yo no quería seguir con eso, lo único que quería era morirme. Me di cuenta de la deslealtad de la gente, algunos querían cobrar mucho más… No te voy a contar todo lo que peleé". 

Su paso por ‘Supervivientes’

"Demostré que se puede vivir muy bien, pero que también te puedes adaptar a todo, sin perder tu esencia, aunque estés en la peor de las condiciones. Creo que nunca perdí mi educación ni me puse a pelear como una bestia con nadie. Procuré vivir en armonía, desprenderme de todo, disfrutar, aunque también sufrí mucho".

El escritorio donde trabaja

"Me hace mucha gracia cuando hablan de mí o de otra gente como si fuéramos unos ociosos. Hoy he visto que ha salido algo que me ha puesto de mal humor, ya que se preguntaban de qué vivíamos los famosos. Me criticaban por algo que me gustaría aclarar. Decían que siendo vegetariana cómo hice al anuncio de Burger King. Yo soy vegetariana de animales mamíferos, pero como aves. Lo primero que les dije antes de aceptar es que no iba a anunciar una hamburguesa de ternera. Además, era de bajas calorías. Procuro ser coherente."

En el restaurante La Verónica

Tras la entrevista nos fuimos con Carmen al restaurante La Verónica, en la calle Moratín, 38, donde posó ante un espectacular cuadro de Lola Flores. Carmen siguió haciéndonos confidencias y hablamos de cuando se presentó a senadora por Vox: "A mí la política me ha gustado siempre, no vivo de espaldas a lo que está sucediendo en el mundo ni en mi país. No soy carne de photocall, si me preguntan contesto lo que pienso, aunque me ha traído problemas. Esto fue testimonial. Me llamó un amigo que es de Vox, que no lo soy, ni lo he sido ni lo seré. Ni de ningún partido, porque me quitaría libertad. Me pidió que me presentara como senadora para darles un poco de publicidad". 

Entre amigos

Con el relacines públicas Ángel Amador, que coordinó este reportaje, y Juan Ramón López, artífice del mismo. Carmen nos confesó que está muy bien soltera e hicimos balance sobre los hombres que han pasado por su vida. El más importante, sin duda, su marido, el ingeniero y diseñador industrial Guillermo Capdevilla, fallecido en un accidente de tráfico en 1999.