Está cansada, así lo han denotado sus palabras de este martes en 'Vamos a ver', programa en el que Carmen Borrego colabora y en el que ha tenido que hacer frente a ciertos comentarios críticos de sus compañeros, entre los que se incluye su sobrina, Alejandra Rubio. Todos los del programa de Telecinco parecen coincidir en la creencia de que esta guerra mediática entre Carmen y su hijo, José María Almoguera, se les está yendo de las manos y es "un chicle que no se puede estirar más". Así lo creen después de que, el pasado viernes, madre e hijo se reencontraran en el plató de 'De Viernes' y tendiesen un puente hacia su reconciliación.

Pero ella misma se ha sincerado y ha confesado que también está un poco cansada de todo esto. Es más, cuando Joaquín Prat le ha preguntado si está enfadada con él por el comentario que hizo sobre lo que considera su "fucking show", ella ha sido contundente: "No puedo estar más de acuerdo en que no se puede estirar más este chicle. No estoy enfadada, solo algo molesta con algunas cosas", ha declarado. 

El presentador del espacio de Telecinco es uno de los que se ha mostrado más críticos con la que es colaboradora de su programa, y es que cada vez está más de acuerdo, en sus propias palabras, con los que opinan que Carmen Borrego "está alimentando el conflicto porque le interesa económicamente".

Además, opinaba abiertamente sobre el supuesto abrazo que madre e hijo se habían dado al finalizar el programa del fin de semana: "Estarían llorando de alegría y emoción por todo lo que han trincado, ¿no?", comenzaba diciendo, y añadía: "Yo estaría llorando de alegría, he solucionado mi problema familiar y encima he agrandado mi cuenta corriente". Un comentario al que Carmen ha reaccionado, desmintiendo que hubiera abrazo; "No voy a contar lo que pasó, pero abrazo como tal no hubo. Me da igual lo que digan, pero no fue un abrazo como abrazo y no lo voy a contar, porque no voy a seguir estirando el chicle".

"El encuentro podría haber sido de otra manera si no hubiese habido gente c0n móviles intentando grabarnos, Yo quería que esto fuese privado y no voy a televisar un abrazo con mi hijo", ha explicado. Ante las palabras de Carmen Borrego, Joaquín Prat se ha mostrado sorprendido y ha sido muy directo: "Pero, ¿tú no te das cuenta de que todo esto no es normal? ¿No abrazas a tu hijo porque hay unas personas intentando grabar? Decís que no queréis televisar un abrazo y vendéis una pantalla partida... ¿Lo hacéis por dinero o porque él quiere", le ha preguntado a su compañera.  

Joaquín Prat y Carmen Borrego

Joaquín Prat y Carmen Borrego

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Sobre su relación actual con su hijo, Carmen asegura que las cosas están "igual"; "Es muy complicada la situación en la que me encuentro. El viernes comprendí a mi hijo y entendí que ha sufrido mucho. Me habría gustado que tuviese mi hombro para llorar, pero en ese momento él no quiso. Creo que entenderle me acerca más a mi hijo y ya veremos lo que pasa", ha comenzado explicando.

Asegura que el pasado viernes fue consciente del dolor de su hijo: "A mí sí me dolió el momento en el que se ha sentido solo porque creo que una separación siempre es muy traumática", ha querido recalcar la colaboradora.

Carmen Borrego explica cómo fue realmente su encuentro tras la entrevista

La colaboradora asegura que quiso esperar a su hijo en los pasillos "por si quería hablar conmigo, porque yo podría haberme marchado directamente, pero quise esperarle", ha dicho tajante. 

Sobre si es verdad que fue José María Almoguera el que no quiso abrazarla, lo ha desmentido: "No sé si mi hijo quería hacerlo o no porque no estaba presente, pero yo no quería hacer ese abrazo público. Le esperé para hablar por donde sabía que podía salir", ha explicado. Aunque ha dejado claro que si su hijo hubiera pedido que entrase, en directo, su madre, a darle ese abrazo, ella habría entrado encantada.

Está claro que Carmen está dispuesta a cualquier cosa para recuperar la relación con su hijo, y lo cierto es que cada vez está más cerca de hacerlo, o al menos eso parece después de escuchar a José María Almoguera el pasado viernes. "Te pido que, por favor, tengas paciencia", le pedía.