Carmen Alcayde ha vuelto a Telecinco por todo lo alto. La colaboradora de televisión ha fichado por 'Sálvame', una aventura sobre la que se confesó con SEMANA hace tan solo unos días. La comunicadora está feliz y tiene claro que su objetivo en el programa siempre será pasárselo bien. Eso sí, no dudará en repartir estopa si hace falta. Poco a poco los espectadores la van conociendo y es que la periodista no duda en mostrarse, tal y como es a cada instante. Prueba de ello que este martes hablara sin reparo alguno sobre todos los retoques estéticos que se ha realizado a sus 48 años, operaciones tras la que se siente muy satisfecha. Aunque la más costosa ha sido la rinoplastia, ya que ha tenido que mejorarla hasta en tres ocasiones, lo cierto es que no ha sido un camino fácil en absoluto.
"Tenía miedo de que me quedara la nariz de Michael Jackson. Nunca tuve complejo, pero no me cogían en los castings para la tele. Por aquel entonces la mujer real no se estilaba tanto, no quedaría bien en cámara", dijo Carmen Alcayde. Esta fue la primera vez en la que se operó, siendo poco después cuando se puso en contacto con un cirujano muy reconocido. La tertuliana comentó que había sido el cirujano que operó a la Reina Letizia quien también retocó esta parte tan importante para ella. El precio era alto, pero ella considera que mereció la pena. A pesar de que para el resto de compañeros les pareció una cantidad impactante, ella aseguró que operarse con él fue una gran decisión. Por nada más y nada menos que 25.000 euros hace 11 años.Otra parte de su cuerpo que ha sufrido una transformación ha sido su abdomen. Tras dar a a luz a tres niños, Carmen Alcayde recurrió a expertos médicos para que le realizaran una abdominoplastia. Una operación que completó también con una lipováser: "De los tres embarazos se me quedó eso como abierto. Aparte de por lucir tipo en Instagram, me dijeron que con el paso de los años se me podía formar una hernia. Además me hice un lipováser y no sé qué, todo lo que quiso el médico", dijo la colaboradora. Tuvo mucho miedo entonces de la anestesia general, por lo que meditó mucho pros y contras y al final se lanzó a la piscina.
Justo en esta operación, Alcayde aprovechó y se hizo una mastopexia para elevar su pecho, eliminando el exceso de piel. No se puso implantes, pero trató de aumentarlos con la grasa que le sobraba en otro punto de su cuerpo, una grasa que, al parecer, ya ha desaparecido al 70 %. "No quería entrar nunca más a quirófano y entonces me subí el pecho. Era una cosa que quería hacer a los 50 y pico, pero ahora ya las tengo para siempre ahí arriba. No me metí prótesis. Con la grasa que sobraba de la barriguita, en el mismo quirófano me lo pusieron ahí", relató Carmen Alcayde.También ha hecho algunos cambios en su mirada, aunque para ello no ha tenido que pasar por quirófano. "A veces me doy algún punto de bótox para abrirme la mirada, pero eso fue hace poco", comentó.