A caballo entre Madrid, Canarias y Mallorca. Así vive Carla Barber desde hace meses, un ritmo frenético que le acompaña y que le ha llevado a pensar ¿dónde quiere vivir realmente en el futuro? Mientras reflexiona la respuesta a esta pregunta, la empresaria estética busca tener una casa que sienta como un hogar en cada uno de estos tres puntos del mapa. De hecho, esta misma semana pedía ayuda para decorar el piso de Mallorca en el que convive con su novio, el doctor Carlos Rubí, donde solo pasa algunos días al mes. Pero, ¿cómo es esta vivienda? ¿Podría equipararse al palacete que posee en la capital? SEMANA tiene todos los detalles.
Según ha podido saber esta revista, el apartamento en el que Carlos Rubí y Carla Barber viven ahora está situado en la zona más cara de la isla, ya sea para vivir de alquiler o para comprar una propiedad. En concreto, está ubicado en el Paseo Marítimo de Palma, barrio en el que se alcanza el precio máximo de la vivienda en Baleares, tal y como señalan varios informes del mercado inmobiliario. Allí han encontrado el lugar perfecto para vivir. Eso sí, la búsqueda no ha sido en común, sino que era allí donde Carlos Rubí vive desde hace algún tiempo. "Tiene vistas al mar, 4 habitaciones y se paga por él 4.500 euros al mes de alquiler", nos cuenta una fuente de toda solvencia. Una cifra muy alta al que no todo el mundo tiene acceso y que los dos pueden permitirse debido a lo bien que funcionan las cuatro clínicas de medicina estética de ambos en España. "Se pueden permitir esto y mucho más. Aunque Carla tiene varias propiedades, su economía funciona a las mil maravillas. La de Carlos Rubí igual", apuntan.
Todos los detalles de la casa de Mallorca de Carla Barber y su novio
"Carla Barber se ha mudado con él. Ella todavía no tiene ninguna casa en Mallorca y cada vez que viaja a la isla se queda en casa de él. Como a ella le encanta la decoración, Carlos le ha animado a que sea ella quien se encargue de darle un nuevo toque al piso en el que viven", nos explican. Por el momento, ambos se 'conforman' con residir en la casa en la que el doctor vivía con su anterior pareja. No tienen prisa por encontrar algo nuevo para ellos y por eso la canaria se está esforzando en encontrar muebles que encajen con su gusto decorativo para la casa en la que ella y Carlos están formando un hogar. Si bien su relación es incipiente y fue en el mes de febrero cuando comenzó, confían en que todo marche bien, dando igual la distancia que exista entre ellos. Están muy ilusionados y harán lo posible para que su historia de amor funcione, dando igual el momento en el que comenzó su noviazgo y es que él entonces tenía pareja y ella estaba aún embarazada de su segundo hijo.
Para que los kilómetros que los separan no sea un problema para ambos tienen como punto de encuentro Mallorca, donde los dos tienen cada uno una clínica, siendo hace muy poco cuando Carla expandió allí su negocio. "Él no planea mudarse porque tiene allí a sus hijos y una clínica suya en la que él es quien se encarga de la cirugía plástica como reconstructiva de sus pacientes", desliza a este medio alguien que conoce bien sus planes. Obligados, a día de hoy, a tener una relación a distancia, ambos se esfuerzan por encontrar huecos en sus apretadas agendas para verse. "Tienen las agendas de casi el año entero cuadradas para saber cuándo podrán coincidir. Si no no hay manera", cuentan. La sonrisa de ambos demuestra que no pueden estar más felices, pero todavía ninguno se plantea renunciar a su residencia actual. Quién sabe si en el futuro alguno de los dos cambiará de opinión.