Un 10 de octubre de 2007 contraían matrimonio Borja Thyssen y Blanca Cuesta tras ocho años de relación sentimental. Una boda que se celebró en la iglesia del Santo Espíritu, en Terrassa y que supuso la ruptura del rico heredero con su madre, Tita Cervera. Lo que vendría después ha pasado de ser un matrimonio idílico a uno que tiene la sombra de Hacienda en la nuca.
Blanca Cuesta pasea su coche de Andorra por Madrid mientras Hacienda le pisa los talones
Más de una década de amor
El hijo de la multimillonaria viuda del Barón Thyssen y su novia, la modelo Blanca Cuesta, se casaron en 2007 después de casi otra década juntos. Fue un romance muy comentado, discutido, debatido y que a día de hoy continúa siendo objeto de polémica y de debate.
Los detalles de una boda inolvidable
Los novios se dieron el sí quiero en una iglesia de Tarrasa y días después celebraron en la finca de El Esquileo de Cabanillas, en Segovia. Cabe destacar que Blanca Cuesta se casó embarazada de cinco meses de uno de los cuatro hijos que el matrimonio acabaría trayendo al mundo.
La ruptura de Borja Thyssen con su madre
Madre e hijo siempre han tenido problemas y discusiones por cuestiones económicas pero el hecho de que Borja decidiera casarse con Blanca hizo dinamitar la relación entre ellos. En su día se llegó a decir que el motivo de la disconformidad de la baronesa con el matrimonio era la tenencia de unos mensajes que probaban que la modelo había tenido un escarceo sentimental con su guardaespaldas. Nunca se confirmó.
Eternamente puestos en duda
Lo cierto es que ambos han luchado siempre contra una opinión pública que no apostaba nada fuerte por la duración del matrimonio. Sin embargo, siguen juntos pese a todos los problemas y han formado una familia con cuatro hijos: Sacha, Eric, Enzo y Kala.
Alto tren de vida
A nadie sorprende la riqueza de la que gozan Borja Thyssen y Blanca Cuesta gracias a las generosas herencias que recibió el primero. De hecho, se dice que ingresa 250.000 euros anuales por asignación de su madre.
Un reencuentro madre e hijo con una querella de por medio
Hubo que esperar hasta el año 2012 para que Borja Thyssen y Tita Cervera se reencontrasen. Un poco antes éste había decidido demandar a su progenitora por apropiación indebida de dos cuadros. Finalmente, la querella se archivó. Estuvieron siete años sin dirigirse la más mínima palabra.
La relación de Borja con sus hermanas mellizas
Otro motivo de polémica en la figura de Borja Thyssen ha sido si realmente guarda una buena relación con sus hermanas mellizas, Carmen y Sabina, adoptadas en 2008 por su madre. Jamás se ha visto una foto de los hermanos juntos.
2013, empiezan el conflicto con Hacienda
La Fiscalía siempre ha sido el compañero de viaje de Borja Thyssen y de su mujer. El primer delito que se le imputó tuvo su origen en la no declaración de más de 1 millón de euros en el ejercicio tributario de 2007. Él alegó tener su residencia fiscal en Andorra, donde se tributa menos, pero a día de hoy se sigue debatiendo si superó los 183 días que marca la ley. La Fiscalía pide por esta otra causa dos años de cárcel y una multa de 1,2 millones de euros.
2014, el reencuentro con Tita Cervera
Para sorpresa de todos, en 2014 se vio unas imágenes de la baronesa acompañada de su hijo y de su nuera que se entendieron como una aproximación a esa reconciliación que parecía no llegar nunca...
Altibajos
Y es que nunca ha terminado de llegar. Pese a que la relación entre Borja y su madre ha mejorado, lo cierto es que nunca ha terminado de ser del todo fluida, habiendo estado marcada por altibajos.
En busca del paraíso perfecto
El matrimonio ha cambiado varias veces su domicilio fiscal para evitar el régimen tributario español, que les obligaba a pagar elevadas cantidades. Finalmente, adoptaron una decisión que lleva años en firme: vivir en distintos países.
Borja Thyssen y Blanca Cuesta separan sus caminos
Para evitar problemas con Hacienda, entendieron que lo mejor era fijar sus residencias en lugares diferentes. Blanca reside en la casa que tienen en Pozuelo de Alarcón, junto a los niños y Borja en Andorra. De hecho, solo puede pasar 183 días en España, que aprovecha al máximo para disfrutar de su familia.
El dolor de Borja Thyssen por no ver a sus hijos
El distanciamiento no ha enfriado la relación entre ellos, pero le ha generado a Borja Thyssen una tristeza por no ver a su familia que arrastra a diario. Sólo cuando viaja a España se ve su cara más alegre y feliz.
Otro delito y petición de cárcel
Lo último que se ha sabido de este enigmático matrimonio es la petición de la Fiscalía de tres años de cárcel y un millón de euros de multa para Borja Thyssen y Blanca Cuesta es un supuesto delito de fraude. El Ministerio Público les acusó de haber defraudado presuntamente a las arcas públicas un total de 336.417 euros, solo en el ejercicio fiscal del 2010. Desde entonces, continúa el misterio.