Bianca Balti: la top model que se ha convertido en ejemplo de superación en su lucha contra el cáncer

Su trayectoria como modelo, en la que ha logrado ser imagen de las firmas más glamurosas y desfilar en las pasarelas internacionales más reconocidas, han convertido a Bianca Balti (40) en una de las top más cotizadas del mundo.

Pero, además, esta joven italiana, muy activa en las redes sociales, ha logrado alzarse como todo un ejemplo de superación en su forma de afrontar el cáncer, la última de las batallas a la que ha tenido que hacer frente en una vida complicada marcada por las adicciones y las relaciones de maltrato.

Por todo ello, la presencia de Bianca Balti era muy esperada en la reciente fiesta organizada por la revista 'Vanity Fair' con motivo de los Premios Oscar. Un acto en el que la italiana, que lució un vestido de seda y gasa con transparencias que dejaban entrever sus cicatrices, volvió a destacar por su estilo y elegancia.

Esta aparición pública que tenía lugar tan solo dos semanas después de que la modelo protagonizara una de las grandes citas de su vida como copresentadora del Festival de Sanremo.

Sanrremo:  su gran cita

En su bajada por la escalinata del Teatro Ariston que acogía el popular acto, Bianca Balti estaba muy nerviosa y emocionada, desprendiendo ilusión y fuerza dentro de la aparente fragilidad que le proporcionaba su delgadez y su cabeza rapada a consecuencia del tratamiento de quimioterapia.

Era su reaparición pública tras operarse del cáncer de ovario que le detectaron recientemente y quería estar estupenda. "No estoy aquí como paciente de cáncer, hoy quiero celebrar la vida", decía. Y vaya si lo consiguió...

La top model, que fue ángel de Victoria’s Secret e imagen de Dolce & Gabanna, estaba espectacular con diseños de Valentino, Armani y Fendi y un  Cavalli, que dejaba al descubierto sus cicatrices del vientre que lucía orgullosa.

Porque, después de una vida marcada por la tragedia, es ahora cuando Bianca empieza a quererse y a valorarse realmente. "He vencido muchas luchas, desde desamores hasta adicciones, y la vida ya no me asusta”, asegura.

El infierno de las adicciones

Su infancia y adolescencia estuvieron marcadas por "castigos y gritos" en su casa, que en lugar de conducirla por el buen camino la llevaron, con tan solo 14 años, al alcohol y a las drogas. "Incluso empecé a salir con un traficante. Pensaba que eso era lo mejor a lo que podía aspirar", reconoce Bianca.

Al terminar el instituto, dejó su Lodi (Lombardía) natal para estudiar Diseño, proyecto que abandonó al instalarse en una casa okupa y acudir con frecuencia a fiestas con drogas, donde Bianca ha contado que llegaron a abusar sexualmente de ella.

Balti se dio cuenta de que había tocado fondo cuando su novio de entonces entró en la cárcel por su carácter violento. Tras ello volvió a su casa y comenzó a trabajar como azafata en un supermercado. Pero no duró mucho en este trabajo, ya que su madre la animó a probar suerte en el mundo de la moda, donde su dulce rostro y su cuerpo escultural no pasaron inadvertidos para las firmas más reconocidas.

Así, tras posar para Valentino, con tan solo 19 años fue fichada como modelo de Dolce & Gabbana, convirtiéndose en imagen de uno de los perfumes más icónicos de la firma, junto con el británico David Gandy.  

Sin suerte en el amor

Fue precisamente en el ambiente del mundo de la moda donde conoció a su primer marido, el fotógrafo Christian Lucidi, padre de su hija Matilda (18), de quien se separó cuando la relación se volvió, según sus propias palabras, "no sana".

Tras la ruptura de su matrimonio, la joven volvió a caer en las adicciones, que superó motivada por su pequeña y con la ayuda de sus padres. Para cambiar de ambiente, Bianca se trasladó a nuestro país, concretamente a Marbella, donde conoció a su segundo marido y padre de Mía, su segunda hija, el DJ Matthew McRae, con quien rompió en 2017.

Tiempo después, la modelo, haciendo referencia a una de sus últimas relaciones sentimentales, en la que sufrió maltrato y a la que prefirió no poner nombre, aseguró que había congelado óvulos para tener la posibilidad de cumplir su deseo de volver a ser madre en el futuro. Algo que, de momento, no a llevado a cabo.

Su espada de Damocles

Pero a estos problemas, se sumaron otros de salud. Tras serle detectada una mutación genética que incrementa el riesgo de padecer cáncer de pecho y ovario, Bianca se sometió a una doble mastectomía preventiva en 2022 y manifestó su intención de extirparse las trompas de falopio a principios de 2024.

Pero, por desgracia, esto no impidió que el cáncer hiciera mella en su cuerpo tras serle diagnosticado en el mes de septiembre un cáncer de ovario. "Soy una superviviente. He sufrido dos divorcios, he peleado por mantener la custodia de mis hijas, bebía y me drogaba en exceso, me sometí a una doble mastectomía... Pero veo estas dificultades como regalos del universo, porque me han demostrado lo fuerte y resiliente que soy. Mis cicatrices me recuerdan que estoy viva y las luzco igual que una insignia de honor", reconoce Bianca Balti con valentía. Una mujer fuerte y valiente que, tras saltar numerosas piedras en su camino, tiene muy claro cuál es el verdadero sentido de la vida.