Belén Esteban ha desaparecido del mapa. La colaboradora de televisión se dejó ver el pasado lunes en el bar al que acude cada mañana para desayunar con sus amigas, justo unas horas después de que se conociera el fallecimiento de su exmarido, Fran Álvarez. Belén reapareció con rostro serio y optó por no dar declaraciones a los medios de comunicación que esperaban su reaparición.
Cerrar galeríaDesplegar galería
Unas vacaciones muy diferentes
La colaboradora no ha se ha vuelto a dejar ver. Desde el lunes 10 de febrero, Belén ha optado por mantenerse en un discreto segundo plano. Justo se había pedido unos días de vacaciones, por lo que su ausencia en ‘Sálvame’ estaba más que justificada. Sin embargo, durante sus días de relax y desconexión siempre compartía lo mucho que disfrutaba de su destino vacacional.
Su última publicación fue hace dos semanas
En esta ocasión, tampoco ha querido mostrar su día a día a través de las redes sociales. En Instagram cuenta ya con más de 819.000 seguidores, con los que compartió su última publicación el 3 de febrero, algo muy sorprendente, ya que normalmente es muy activa en esta plataforma.
Está destrozada
Belén ha preferido mantenerse en un discreto segundo plano, ya que están siendo unos días duros. La de Paracuellos del Jarama ha vivido esta trágica noticia con tristeza y fuentes cercanas a la colaboradora aseguraban unas horas después de la muerte de Fran Álvarez que ha sido un auténtico mazazo para la colaboradora.
No ha aparecido en el plató de 'Sálvame'
No sabemos hasta cuándo se mantendrá Belén Esteban al margen de la actualidad. Este lunes podría ser el día elegido por la colaboradora para volver al plató de ‘Sálvame’, y reencontrarse así con sus compañeros de programa, que la han estado apoyando durante todos estos días. Solo si ella se encuentra con fuerza, volverá de nuevo a la rutina, a sabiendas de que se tendrá que someter a las preguntas de cómo está viviendo esta trágica noticia.
Una relación de altibajos
Fran y Belén se conocían desde la infancia, el camarero se convertía en un personaje conocido en junio de 2008 tras su boda con la ‘princesa del pueblo’ en la ermita de San Antonio del Palacio de Negralejo, en Madrid. Su matrimonio duró cinco años y estuvo marcado por los altibajos, las adicciones y las infidelidades.