Bárbara Rey ha desvelado nuevos detalles del inicio de su relación con el Rey Don Juan Carlos en plena Transición española. Este miércoles 19 de abril Antena 3 estrenaba el segundo capítulo de su serie 'Una vida bárbara', disponible en Atresplayer Premium, destinado a los amores y romances de la vedette. Uno de los que más relevancia ha tenido siempre públicamente, por lo que supone para la Familia Real Española, ha sido el que mantuvo con el monarca. Una relación que llevan, desde que se conocieron hace ya más de 40 años, en secreto. Una de las casas de campo que tenía Francisco Franco sirvió de "refugio" para sus encuentros lejos del lujo y la sofisticación de Palacio, como ella misma ha descubierto.
"Esta casa estaba como en alto, como en un montículo, todo rodeado de encinas, pinos... Era muy austera, una cosa tenebrosa", recordaba la actriz sobre aquel lugar. No contaban con ninguna comodidad a su alrededor y recuerda, con gran lujo de detalles, cómo era. "En la parte del salón había un sofá de cuadros que no te quiero ni contar. Había muchas habitaciones con unas camas de mierda que no las habría puesto en ningún sitio. Así era Franco porque, me imagino yo, que esas serían para sus nietos", se sinceró.Fue testigo en esta casa Bárbara Rey de muchas conversaciones que están lejos de los oídos de cualquiera: "Más a la izquierda de las habitaciones había un teléfono en el cuál escuché muchas conversaciones". La relación con el Rey Don Juan Carlos se fue afianzando y dejó atrás todo ese nerviosismo inicial por su relevancia en el país. Confesaba que, cuando llegaron a este nivel de confianza, ya le llamaba "Juan, Juanito, cariño, mi amor o estas cosas que se suelen decir. Ya no le voy a decir 'Majestad, hoy lo estamos pasando muy bien'".
Así fue la llamada que desencadena el primer encuentro de Bárbara Rey y Don Juan Carlos
El primer encuentro entre Bárbara Rey y el Rey Don Juan Carlos se produjo tras una llamada del monarca en 1977. La actriz no se creía que fuera el Rey la persona que llamaba y llegó a pensar, incluso, que se trataba de una broma. "Me dijo cuando contesté que llamara a un número de teléfono. Cuando me respondieron por Zarzuela ya me entró cosa", confesaba de ese primer momento. Estaba muy nerviosa y esta tensión aumentó cuando "me dijo que me quería conocer en persona". Ambos definieron un día, Don Juan Carlos le mandó un coche y esta se dirigió al Palacio de la Zarzuela. "Llegamos a un sitio donde está la guardia, la barrera y es cuando vi el Palacio". El interés por conocerse era latente hablaban, para ello, todos los días: "Me llamaba hasta dos y tres veces, la primera de ellas antes de su audiencia, cuando ya terminaba sus cosas de gimnasia y demás". De ese primer encuentro recuerda que “se comportó correctamente pero al marcharme me abrazó, me besó y me dijo de vernos". Era tal la confianza que llegaron a tener que el monarca, incluso, le pidió ayuda para organizar una recepción con actores de la época en palacio: "Me dijo que le orientara sobre la ideología de los actores para hacer una recepción porque no quería hacerla y que fuera más gente de un partido o de otro, quería que estuviera proporcional. Le hice una lista de invitados. Yo fui sola a aquella fiesta, y sabiendo que estábamos juntos hace poco tiempo", recordaba. Su presencia allí no fue muy bien recibida y sentía en todo momento como era juzgada por esos invitados: "Las grandes estrellas y actrices decían que qué hacía está tía ahí. Era la del destape, me miraban".