‘Espejo Público’ ha sacado a relucir el cambio que ha sufrido el valor de las actuaciones de la tonadillera después de pasar por prisión y de su reaparición mediática.
Del mismo modo que la vida de Isabel Pantoja ha cambiado drásticamente en los últimos años, también lo ha hecho su caché. Teniendo en cuenta que a raíz de la emisión de ‘Cantora, la herencia envenenada’ la tonadillera ha aminorado sus apariciones públicas, estas se han revalorizado también monetariamente. Algo que ha quedado reflejado en sus conciertos, motivo por el que una actuación de la intérprete de ‘Marinero de luces’ se ha convertido en algo que no es apto para el bolsillo de cualquier ciudad.
No será hasta el próximo sábado, 23 de septiembre, cuando Isabel Pantoja dé pistoletazo de salida a su gira con motivo del 50 aniversario de su carrera profesional. Lo hará en Sevilla y concretamente en el Estadio La Cartuja, donde se espera la aparición de miles de fans que han ansiado como agua de mayo la llegada de este día. Pero lo cierto es que, teniendo en cuenta el giro de 180 grados al que ha hecho tanto a nivel laboral como en lo que a su equipo se refiere, la cantante ha aumentado considerablemente el precio a pagar por acudir a algunos puntos del mapa español.
Según ha podido saber Gema López, si bien en los años 90 Isabel llegó a ganar 25 millones de pesetas por concierto, ahora esta cifra ha variado. Pantoja era considerada por aquel entonces una de las cantantes mejor pagadas, pero antes de entrar en prisión su caché cambió y oscilaba entre los 30.000 y los 50.000 euros por show. Ahora, ha vuelto a modificarse y cobra entre 50 y 60.000 euros en España, siendo más cuando sale de su país natal.
Por si fuera poco, el equipo de la sevillana también ha formalizado una estrategia para vender el máximo número de entradas y asegurar la máxima asistencia del público. Esta ha sido bautizada como la Operación ‘jamoneando 2021’, ya que con la compra de un jamón de marca, se regalaban dos entradas para el concierto. Por otro lado, cuando los promotores se dan cuenta de que el aforo no se ha llenado, regalan un 20% de las entradas.
Cuatro masajes al día: la rutina de Isabel Pantoja
En un primer momento, quienes acompañaban a Isabel a sus conciertos eran doña Ana, Kiko Rivera e Isa Pantoja, su peluquero, sus amigas y Celeste, presidenta de su club de fans. Sin embargo poco o nada queda ya de ese amplio séquito, que se ha visto reducido a su sobrina, Anabel, y el novio de esta, David Rodríguez, que también es fisioterapeuta de la artista. Ambos se han convertido en dos de los pilares fundamentales de la vida de la tonadillera, especialmente en lo que a la música se refiere, razón por la que viajan junto a ella incluso al otro lado del charco.
Pero lo cierto es que este nuevo equipo no sería del todo del agrado de Agustín Pantoja. Tal y como ha revelado Alonso Caparrós en ‘Espejo Público’, el hermano de Isabel no está del todo de acuerdo en que su sobrina Anabel deje constancia en sus redes sociales de todos los movimientos que protagoniza junto a su tía. La influencer plasmó en su cuenta de Instagram algunos de los pasos que dio con Isabel, David y el resto del elenco en la Gran Manzana a golpe de selfies y vídeos que mostraron la imagen más cercana de la tonadillera a sus seguidores.
Pero detrás de estos momentos de ocio y distensión, hay otros en los que Pantoja necesita concentración y una serie de cuidados para dar lo mejor de sí misma en sus actuaciones. Es por ello que el colaborador del programa de las mañanas de Antena 3 ha indicado que la intérprete necesita una rutina de masajes diaria muy intensa para que no se le carguen los gemelos. Isabel se somete nada más y nada menos que a cuatro masajes al día a menos de su fisioterapeuta.