Carmen Martínez Bordiú lleva varios meses sin dar señales de vida y quizá sea la mejor etapa que está atravesando desde que decidiese emplazar su nueva vida en Sintra, en la costa de Portugal, en agosto de 2019. La nieta mayor del general Francisco Franco ha encontrado una mansión en la que pasar sus días dorados en muy buena compañía, pues en esta residencia de 600 metros cuadrados y dos hectáreas de terreno con vistas al mar vive junto a su novio, el coach Timothy McKeague, un apuesto neozelandés 35 años menor que ella -Carmen ya ha cumplido los 71 años en febrero-.
Vídeo: Europa Press
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Pero ¿cómo es la vida de Carmen Martínez Bordiú en su retiro portugués? Sobre esto ha hablado sin problema alguno su hijo, Luis Alfonso de Borbón y la esposa de este, Margarita Vargas, en su última aparición pública. La pareja desvela cómo son sus días en Portugal y los planes que tienen para reencontrarse con ella en verano para disfrutar de unos días de asueto en familia. “Está muy bien, muy tranquila y eso es lo importante, que esté contenta, tranquila y bien. Nos veremos, por supuesto, que disfrute de sus nietos”, comienza a detallar Luis Alfonso de Borbón, a quien no le importa molestar a su madre con sus revelaciones, dada la rotundidad con la que ella ha querido salirse del foco mediático para ser feliz lejos de la atención.Carmen Martínez Bordiú tomó una drástica decisión antes de que comenzase a hablarse de pandemia y confinamientos. Emplazó su retiro dorado en Sintra y desde entonces son excepcionales las veces que se ha dejado ver en público o las fotografías que han dado el salto a los medios de su nueva vida. Ella tenía claro que quería ser dueña de lo que se decía de ella y de ahí su retiro: “Solo pido que todo el mundo se olvide de mí. Quiero desaparecer”, decía a ‘Hola’ para explicar por qué no se la veía tan a menudo como antes.
Lo que tienen en común todas estas apariciones es que ella se mostraba relajada y especialmente feliz, quizá porque esté viviendo un sueño junto al nuevo amor de su vida, a quien conoció en 2017 durante un viaje por la Costa Azul por amigos comunes y rápidamente conectaron gracias a la práctica del yoga y largos paseos entre confidencias. Así, Carmen Martínez Bordiú regresó con la firme intención de poner en venta más propiedades en Cantabria -antes ya había vendido la de Santander- y mudarse definitivamente a Portugal, donde está cumpliendo un sueño al recuperar el anonimato y pasar los días con el hombre que le hace feliz y ha trastocado sus planes, al parecer, para bien.