Carlos Orellana fue uno de los famosos más cotizados y perseguidos de los últimos años de la década de los 90. Su relación con Rosario Flores y su posterior paternidad (es el padre de la hija mayor de la cantante, Lola) lo pusieron en la picota de la prensa del corazón de la época. Su look amerindio y su larga melena causaban sensación, pero tras separarse de la hija menor de La Faraona y participar en algún reality de la época desapareció del panorama mediático, ¿quieren saber qué fue de su vida? ¡Te lo contamos!
Profesor de biodanza y con dos hijos más
El argentino, que este año cumple 60, abandonó el mundo de la imagen y se mudó a Vitoria, capital de las vascongadas, y allí comenzó una nueva vida como profesor de biodanza, una terapia alternativa que se desarrolla a través del movimiento corporal. “La biodanza me ha hecho centrarme mucho. Ha habido momentos duros, difíciles y dolorosos, con sombras, pero la vida continúa y sale el sol de nuevo, todo fluye”, desvelaba el ex modelo hace una década en una entrevista para El Mundo.
Esta búsqueda del equilibrio también le ha facilitado al padre de Lola Orellana estabilidad sentimental. Carlos consiguió rehacer su vida amorosa con otra amante de la biodanza con la que tuvo dos hijos más y con la que lleva una vida estable y feliz en el norte de España.
Su relación con Rosario Flores
La historia de amor de Carlos Orellana y Rosario Flores duró algo más de un año. Se conocieron en Buenos Aires a finales de 1995 y al poco tiempo de iniciar su romance la hija menor de Lola Flores se quedó embarazada. Lola nació en otoño de 1996 y en la primavera del año siguiente la pareja anunciaba su separación: “Somos de dos mundos totalmente diferentes”, explicaba el argentino en una portada en mayo de 1997.
A pesar de su separación, la relación entre ambos se mantiene cordial. “Nos queremos mucho, tenemos una comunicación afectiva y profunda, una relación para siempre a través de nuestra hija. Siento admiración por cómo ella le canta a la vida. Su parte artística es maravillosa”, explicaba en una entrevista hace ya una década.
Sus años de vida mediática
Tras dejarlo con Rosario, Carlos mantuvo otra relación sentimental pública: estuvo durante varios años con la modelo sevillana Lucía Hoyos. Además de hacer trabajos como modelo y actor (participó en una serie de Antena 3 titulada ‘En Plena Forma’ con Alfredo Landa y Concha Cuetos que se desarrollaba en un gimnasio) también formó parte del elenco de la primera edición de Gran Hermano VIP, emitida en 2004.
En la famosa casa de Guadalix Orellana estuvo interno durante 61 días, lo que le valió la condecoración de semifinalista. En aquella primerísima temporada del concurso de famosos participaron otras celebridades como Marta López, Coyote Dax, el galán italiano Fabio Testi o Marlene Morreau que se alzó con el triunfo en un duelo final emblemático contra el triunfito Juan Camus.
Lola Orellana, artista multidisciplinar
Su hija con Rosario, Lola, tiene ya 27 años y ha heredado los rasgos raciales de su padre y de su madre: tanto que en Instagram se hace llamar indian gypsie, algo así como “La india gitana”. Además de ejercer como creadora artística (pinta y elabora piezas artesanas muy interesantes) también ha hecho sus pinitos como actriz y ha trabajado detrás de las cámaras como ayudante de producción.
"Lola me la mandó mi madre, yo estaba destrozada. Ocho meses después llegó mi hija y se acabó el maltratarme y el destrozarme", reconocía Rosario en Lazos de Sangre en TVE. A pesar de que su llegada al mundo fue portada en las revistas del corazón, tanto Rosario como Carlos siempre la han protegido de los focos y creció sin la presión de tener que continuar con la saga sobre los escenarios.
"Ser famosa te marca. Y para mí sería muy egoísta hacerles a ellos famosos. Mi hija, por ejemplo, ahora está trabajando en cine. Puede trabajar de lo que quiera (...) Yo no he sido libre nunca", dijo Rosario en una ocasión.