Antonio Banderas se ha cansado de su lujoso apartamento de Manhattan, el cual lleva dos años tratando de vender sin éxito, pese a rebajarle el precio hasta un millón de euros con tal de encontrarle un nuevo dueño
Antonio Banderas ha colgado el cartel de ‘se vende’ a una de sus propiedades más lujosas, por la cual espera conseguir la apetecible cifra de los 6,5 millones de euros. Se trata de un apartamento de puro lujo que adquirió en Manhattan para hacer noche cuando se encuentra por la zona, pero al que ya no le encuentra la imperiosa necesidad de poseer. Es por ello que ha decidido encontrarle un nuevo dueño a su exclusivo piso, situado en una de las zonas más privilegiadas de Nueva York, concretamente en el prestigioso edificio Prasada, con impresionantes vistas al Central Park, el pulmón de la Gran Manzana.
En esta vivienda de lujo se rodó la película ‘Tres solteros y un biberón’ y fue adquirida por Antonio Banderas en 2005, cuando aún estaba casado con Melanie Griffith. En su día, desembolsaron 3,5 millones de euros para que este apartamento formase parte de su amplia colección de casas, pero el precio de la vivienda ha ido aumentando con el paso de los años, llegándose a pedir por ella hasta 7,5 millones de euros en 2018, cuando el matrimonio decidió que no deseaban disfrutar más de sus estancias, ni admirar las espectaculares vistas que ofrecen sus ventanas al Central Park. Sin embargo, parecía más fácil en la mente de la pareja de actores la venta de su pisito, dado que dos años después aún no hay quien se decida a comprarla y eso que han bajado el precio de la misma hasta en un millón de euros, situándola en los 6,5 millones de euros que piden en la inmobiliaria Corcoran, la cual se ha hecho cargo de su venta.
El exclusivo apartamento cuenta con todo lujo de comodidades, como techos de tres metros de altura o suelos de roble. Se distribuye en cuatro habitaciones que bien podrían ser la suite de un hotel solo apto para bolsillos generosos. Además, cuatro cuartos de baños hacen que no haya que esperar cola ante la llamada de la naturaleza. Una impresionante cocina decorado a la última tendencia con electrodomésticos hechos a medida de acero inoxidable y con un espectacular y luminoso salón de más de 100 metros cuadrados, con chimenea incluida, tal y como se refleja en la descripción que la inmobiliaria ha realizado de la vivienda para tratar de encontrarle un nuevo dueño. Y es que, a pesar de todas las comodidades, Antonio Banderas ya no le encuentra utilidad a su inversión que, pese a la tardanza, casi doblará en poco más de una década.Pero esta casa que Antonio Banderas no solo puede servir para que un nuevo adinerado propietario disfrute del lujo que ofrece, sino que también presenta la posibilidad de que allí se establezca su teletrabajo, muy útil en los tiempos que corren en plena pandemia. Tiene una oficina que se encuentra en la parte más retirada de la casa, que conecta con un pasillo tipo bolera y que ayuda a conseguir un entorno de trabajo ideal, sin ruidos ni distracciones, si el apartamento es compartido en familia. Pero mejor que contarlo… ¡lo vemos!