La expresidenta del Partido Popular en la Comunidad de Madrid y su marido han alquilado uno de sus buques insignia de la capital.
En pleno corazón de Madrid se encuentra el palacio del Conde de Bornos. Un edificio que cuenta con una gran historia detrás y que pertenece a Fernando Ramírez de Haro y Valdés, marido de Esperanza Aguirre, lo que hace que ella sea la copropietaria de tan emblemático lugar. Lo que nadie podía llegar a imaginar es que este enclave sería el escenario perfecto de celebraciones de ‘alto standing’ como la que tendrá lugar el próximo 30 de noviembre.
Olivia Palermo será la encargada de reunir a un sinfín de rostros conocidos en el palacete en cuestión. ¿El motivo? La presentación de una colección cápsula con ocho de sus diseños para Scalpers, la cual ha generado una gran expectación entre las celebrities. Se espera que sea un evento multitudinario y, para ello, la modelo y actriz ha querido contar con uno de los sitios más exclusivos de la capital.
El festejo de esta presentación ha sido el detonante que ha dado a conocer el exclusivo alquiler del palacio del Conde de Bornos. Sin embargo, ‘Vanitatis’ ha podido saber que no es la primera vez que Esperanza Aguirre y su marido deciden que su inmueble sea utilizado en ocasiones esporádicas con fines de esta índole. Este palacete del siglo XVIII cuenta con todos los ingredientes para que los famosos lo escojan como el lugar perfecto para citas especiales. Eso sí, su precio no es apto para cualquier bolsillo, ya que oscila entre los 6.000 y los 15.000 euros dependiendo de los extras que deseen los clientes.
El palacio del Conde de Bornos de Esperanza Aguirre, al descubierto
En primer lugar, lo que más llama la atención es su ubicación. El edificio se encuentra en el barrio de Malasaña y concretamente en la calle Jesús del Valle. Una de las zonas más destacadas de Madrid por su vida y por sus múltiples conexiones con otros puntos de la capital. Aunque quizá hayas pasado por ahí sin darte cuenta, su fachada tiene tonos amarillentos y tres plantas de altura, además de balcones en el segundo piso y rejas en todos y cada uno de sus ventanales. Para acceder a él tan solo hay que cruzar una amplia puerta de acceso, propia de un monumento histórico de este calibre.
Desde que se casó con Fernando Ramírez de Haro y Valdés en 1974, la que fuera presidenta del Partido Popular en la Comunidad de Madrid vivió en el enclave mencionado junto a él y sus hijos. Poco a poco, estos últimos fueron formando sus propias familias y el palacete se convirtió en el lugar de reunión familiar cada domingo y día festivo. Además, en el domicilio residía también la que fuera suegra de la política, Beatriz Valdés, que falleció en febrero del 2019; aunque lo hacía de forma independiente al matrimonio. Y es que, teniendo en cuenta la gran extensión del inmueble, las dos partes podían hacer vidas totalmente separadas y ahora incluso dan cabida a eventos multitudinarios.