El pasado 28 de diciembre, María Teresa Campos envió un comunicado para informar de que su relación con Edmundo Arrocet, con el que salía desde hacía seis años, había terminado. Parecía una inocentada, pero no lo era. Ella misma también creyó que era una broma cuando el cómico le mandó un Whatsapp diciendo que su historia de amor se acababa para siempre y que no le buscara más. "Va a ser peor", le escribió el humorista.
Aquel fatídico mensaje Edmundo lo envió el 2 de diciembre. Dos días antes, el cómico se había marchado para siempre.
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El famoso viaje a Málaga
El 30 de noviembre, Bigote tenía un compromiso profesional que le obligaba a viajar. Formaba parte del jurado del certamen Linda de España que se celebraba en Málaga y, por la mañana, dejó la mansión de María Teresa Campos en Molino de la Hoz (Madrid) para poner rumbo a la Costa del Sol. «Esa mañana, cuando se arregló, pasó a mi dormitorio porque dormíamos en habitaciones separadas y me dijo: ‘Teresita, me voy, adiós’ y hasta ahora«, recuerda la periodista en su última entrevista concedida a la revista Hola. Nada hacía presagiar que su historia de amor se acababa para siempre. Edmundo disimuló muy bien sus intenciones ante ella y también ante toda España.
Teresa en la cama, él en directo
Y es que el día anterior, el 29 de noviembre, había sido el cumpleaños de Edmundo y lo habían estado celebrando en familia. Es cierto que tuvieron una discusión esa tarde, pero para María Teresa Campos se quedó en eso, en una simple discusión. De hecho, el cómico no parecía enfadado, ni mucho menos.
Bigote conecta en directo con Alfonso Arús
Por la noche, estando ya en la cama Teresa, desde la casa que compartían, conectó en directo con el programa de televisión presentado por Alfonso Arús y se mostró feliz, sonriente y con sus bromas de siempre.
Bailando la conga
Edmundo Arrocet apareció en directo en el programa de Aruscitys Prime, en Antena 3, bailando la conga. Estaba pletórico. Bromeó con el presentador, Alfonso Arús; con la reportera, Beatriz Jarrín, a la que incluso le enseñó algunas dependencias de la casa de María Teresa; y confesó que se sentía muy contento al cumplir 70 años.
"Al final, todo te enseña"
«Me quedo con todos los momentos que he vivido en mi vida porque al final todo te enseña. Lo bueno, lo malo y lo más o menos», decía Edmundo riendo sin parar. Además, haciendo gala de su humor peculiar, avisó a los suyos de que su regalo favorito eran los calzoncillos largos y los calcetines.
Habla de María Teresa
Sin mostrar un ápice de tristeza -quizá porque como actor conoce bien cómo manejar las emociones y su profesionalidad le obliga a mantener siempre la sonrisa– Edmundo continuó la entrevista haciendo bromas e incluso habló de Teresa. Cuando el presentador le preguntó si a Teresa le gustaba su cambio de look -ahora luce una melena rubia platino, Edmundo respondió: «Bueno, yo creo que está acostumbrada y como viene la Navidad voy a hacer de Papá Noel». Antes de despedirse del programa, todos cantaron el cumpleaños feliz y el cómico sopló las velas.
Sin pedir un deseo
Ni siquiera quiso pedir un deseo. «No pido nada. Estoy servido», decía. Pero por dentro sí sabía que tenía mucho que pedirle al destino. Estaba a punto de ponerle fin a su última relación sentimental. Tras charlar con Arús, Edmundo se despidió del equipo que se había trasladado hasta la casa de Teresa, probablemente miró por última vez sus rincones y se acostó. Horas después se marchaba de esa casa y de la vida de Teresa. La decisión estaba tomada, aunque nadie lo supiera.