Tras la entrevista de Carlos Latre, Risto Mejide ha recibido a su segundo invitado en la noche de este martes en un nuevo capítulo de 'Viajando con Chester', Ara Malikian. El violinista habla de su pasión por el violín, un instrumento que le ha dado fama y prestigio mundial, además de los momentos cruciales de su complicada historia, como su infancia robada a en Beirut durante la guerra del Líbano. Por aquel entonces, vivía con sus padres y sus dos hermanas mayores, y se enfrentó a situaciones muy complicadas que ha relatado en el programa del publicista. Ara Malikian ha confesado que en todos esos momentos, el violín ha sido su gran vía de escape y su gran aliado para seguir adelante.
Ara Malikian ha recordado cómo fue su infancia. Cuando él tenía siete años, y ya tocaba el violín. Por aquel entonces, en Beirut se vivía una guerra que duró unos veinte años. Sin embargo, afortunadamente, él pudo salir antes de ella: "Yo recuerdo bombardeos, donde veías luces. Las luces parecen fuegos artificiales. Son iguales. Por eso los fuegos artificiales me espantan. Yo me acuerdo que mirábamos los bombardeos porque éramos expertos también. Decíamos 'eso es un bombardeo de tal bando, entonces no te va a pasar nada a ti'. Tú mirabas un bombardeo a doscientos metros porque sabías que no te iba a caer a ti", comienza relatando sobre su infancia.
Ara Malikian: "Cayó una bomba sobre nosotros y falleció mi prima"
El violinista ha recordado algunos de los episodios más trágicos de su vida: "Y luego las memorias, alguna bomba cayó sobre nosotros también. Eso fue tremendo porque falleció mi prima. Yo no lo vi. Lo viví pero no lo vi. Pero mi primo vio a su hermana como desaparecida. Vio como la bomba cayó sobre ella y su hermana de un momento a otro, no estaba. Solo quedaban trozos de su hermana. Yo estaba en otra planta. Un día las milicias entraron en nuestra casa y en aquel momento estaba yo solo con mis padres. Le dieron una paliza a mi padre y le pusieron un revolver en su cabeza. A mí eso se me ha quedado. Aunque lo olvido, es una cosa bastante dura", ha asegurado.
Durante esa época, practicaba con el violín en el garaje, donde toda la familia se 'encerraba' a resguardo de los bombardeos: "En aquella época, cuando había bombardeos severos, estábamos siempre en los garajes. Ahí la vida sigue. Allí intentamos fingir que todo va bien. Hacíamos fiestas, hacíamos música, comida... Oías los bombardeos pero la vida sigue. Ahí sí practicaba. Obviamente no todo el día porque sino los vecinos nos matan, pero sí tocaba. Cuando había tregua, mi padre con su obsesión, me hacía estudiar día y noche. Bueno, día y noche no, pero era muy pesado", ha contado.
El libanés se marchó a Alemania para huir de la guerra de su país y comenzar una nueva vida
Su vida dio un giro de 180 grados cuando a los 15 años envía grabaciones suyas a muchos puntos del mundo con la única intención de salir del Líbano: "Era mi vía de escape. Todo el mundo que podía, salía de allí del país. Empezamos a hacer grabaciones y mandar a academias de prácticamente de todo el mundo. Teníamos familia en Francia y en Estados Unidos, pero donde coló fue en Alemania", confiesa. "Me fui a Alemania. Yo no sabía nada de alemán. Me fui solo con quince años. Me acuerdo de esta época como la peor parte de mi vida. En Alemania me quedé como cinco o seis años. Los años duros fueron un año y medio, pero luego ya me sentí genial. Luego las cosas cambiaron. Yo aprendí como se vive solo y luego empecé a sacar provecho del violín. Empecé a trabajar en bodas y me forré. Ganaba mucho dinero para un niño de 16 años", ha revelado al respecto.