Un pequeño detalle puede convertirse en el inesperado protagonista de la noche. Y sino que se lo digan a Elena Tablada, la cual ejecutó la semana pasada y de forma impecable una actuación en ‘Bailando con las Estrellas’ aún con algún que otro problema técnico fruto del directo que invisibilizó parte del baile.
En esta esta ocasión, Elena y su compañero de baile, Adrián Esperón, se encargaron de llevar a cabo un tango, después del éxito del pasado baile llamado quick step, un baile de lo más complicado con el que mostró cuánto habría aprendido de técnica, demostrando sus habilidades adquiridas durante el programa. Y vaya si las demostró, el problema vendría después, por lo que precisamente sí se vio.
El enfado de Ella con su madre Elena Tablada
El problema vino justo cuando Elena y su maestro de baile hacían gala de su destreza acabando con un beso final de lo más escueto, donde interpretaban un desenlace carismático con cierto romanticismo para dar credibilidad y plasticidad al baile ante la audiencia.
Un detalle anecdótico que hablaría de como el baile no solo es mover el cuerpo, sino que gran parte del protagonismo se lo lleva la interpretación de los bailarines. Porque, es bien sabido, que el baile es espectáculo y que mejor espectáculo que un beso en pleno show.
Bien pues nada haría presagiar el drama que se iba a desatar en la casa de Elena Tablada cuando su pequeña Ella, de 14 años ( fruto de su pasada relación con Bisbal) vio del todo inadecuado este beso fugaz que su madre compartió con su bailarín Adrián Esperón. Por este motivo y tras ser cuestionada por su propia hija, que no entendió que solo se trataba de una actuación ensayada y planeada y no del inicio de una relación con su bailarín, Elena Tablada habría decidido abstenerse de repetir una interpretación que conllevase muestras de amor o de ese tipo.
Antonia Dell’Atte habría decidido ayudar a Elena Tablada con este “enfado” de la pequeña
Elena Tablada siempre ha dicho que sus hijas la adoran y que las profesa un amor inmenso, dejando claro que ellas son su prioridad y solo piensa en el bienestar y el tiempo que pasa con sus hijas. Tanto es así, que llegó a exigir y poner en las cláusulas del contrato con la cadena que su horario de ensayos no interfiriera en su vida personal y el tiempo que pasaba con estas: "En Bailando con las estrellas firmé que mis horas de ensayo tenían que coincidir con las horas de colegio de mis hijas", dijo Tablada, demostrando que para ella la familia lo es absolutamente todo.
Es por esto, que tras interpretar un tango exquisito con su compañero de baile, Antonia Dell’Atte decidió coger la vez en el jurado para darle un tierno consejo fruto de su experiencia como madre de Clemente ( su hijo con Alessandro Lequio) a Elena Tablada que contaba como su hija “ la quería solo para ella”.
La exmodelo empezaba su discurso diciendo: “Lo entiendo un poco… pero si tú le das seguridad no te lo volverá a preguntar nunca más. Acuérdate que las madres tenemos que dar seguridad a nuestros hijos. Mi hijo hasta los 21 o 22 años me decía Mamá tú siempre estabas sola…Mi hijo no se entera de nada, después de 25 años se ha enterado” Haciendo referencia a como este nunca llegó a sospechar de sus parejas porque ella siempre le ofreció una pantalla segura que le cubría de las especulaciones mediáticas que giraban en torno a ella.
Boris Izaguirre, el mayor fan de Elena
Boris Izaguirre, también jurado del concurso, le seguía el testigo en sus ‘confessione’ tal y cómo calificó el propio presentador del programa, Jesús Vázquez, diciendo lo siguiente de Ella, la niña de Elena a la cual conoció en una entrevista que le hizo a su padre David Bisbal en el pasado dónde se la llevó cuando era “muy chiquita”.
Así, comenzaba contando: “Yo he comido tacos con tu hija mayor y con su papá y tu hija mayor era muy niñita y escogió todo el menú, ósea que es una niñita con un carácter bastante importante, y tú lo sabes. Es que se le ve venir, sabe de donde viene, y te voy a decir una cosa, este programa ha sido buenísimo para ti físicamente y mental, porque estas estupenda, Bravo", cerraba mientras le dedicaba un sonoro aplauso.