Angelina Jolie ha escrito una carta para recordar a su madre, quien murió de cáncer de ovario hace 13 años. Siente orgullo, pero también dolor cuando la recuerda. Además, habla de la traición de su padre y la importancia de sus hijos en su vida
Angelina Jolie aún no supera la muerte de su madre, aunque ya hayan pasado 13 años desde aquel fatídico día de enero de 2007 cuando recibió la noticia de su fatal muerte. Marcheline Bertrand murió a los 56 años a consecuencia de un cáncer de ovarios, dejando huérfana a la actriz, que aún la recuerda con amor, pero también con mucho dolor por una pérdida difícil de digerir. Ella tenía 31 años cuando perdió a su madre y esto le empujó a vivir uno de los momentos más duros y oscuros de su vida personal, aunque coincidió con la llegada de Brad Pitt a su vida, el único momento de felicidad de sus años más negros.
Sobre esta oscura etapa ha hablado Angelina Jolie a ‘New York Times’, donde ha remitido una carta escrita directamente para su madre fallecida. Además de hablar del amor que le llena al recordar a su madre y lo duro que fue su pérdida, también ha dejado entrever algunos aspectos hasta ahora desconocidos de su vida: “Cuando miro atrás veo cuánto me cambió su marcha. No fue de repente, pero muchas cosas dieron un giro dentro de mí”, se confiesa Angelina Jolie en una emotiva carta que está dando mucho de qué hablar.
“Perder el amor, el abrazo y la calidez de una madre es como que te arrebaten una manta protectora”, compara Angelina Jolie, que ha aprovechado el Día de la Madre anglosajón para escribirle una misiva a su madre, para que la lea allá donde esté. Una oportunidad única para mostrarse más vulnerable que nunca, más cercana al dolor mundano que al glamour y la ostentación que le persigue por su condición como estrella de Hollywood. Antes de la muerte de su madre, su padre ya les hizo sufrir: “Cuando mi padre tuvo un affaire le cambió la vida”, recuerda Angelina Jolie, que con tan solo un año de vida, en 1976, vio como sus padres se divorciaban en medio de un escándalo amoroso por una traición mediática.
Dolor y orgullo mezclados en un difícil recuerdo
Angelina Jolie recuerda con dolor, pero también con orgullo de hija, cómo su madre “prendió fuego a su sueño de una familia, pero siguió disfrutando de ser madre. Sus sueños de convertirse en actriz se fueron diluyendo al encontrarse a sí misma, a los 26 años, con dos niños y un ex famosos que le hacía sombra”, recuerda. No lo tuvo fácil y desde bien joven creció con rencor hacia su padre, con el que no se ha hablado hasta hace tan solo unos años.
“Después de su muerte, encontré un vídeo de una interpretación suya en un corto, era muy buena, todo era posible para ella. Pero ahora, con mis niñas creciendo y con edades que yo recuerdo de mi infancia como hija, redescubro a mi madre y su espíritu. Ahora sé lo que es estar sola y abrazar con mi abrigo a aquellos a los que quiero. Conozco el sentido de gratitud arrollador por ser suficientemente fuerte para mantenerles a salvo”, asegura con valentía Angelina Jolie, que años después se ve en la misma situación que su madre, soltera y criando a seis hijos, algunos de ellos adolescentes, mientras trata de mantener su éxito profesional.
Angelina Jolie lo ha tenido muy claro desde el principio y nada ni nadie se interpondría en su labor como madre. Sus hijos son lo primero. En 2016, su matrimonio con Brad Pitt llegó a su final, dejando desconsolados a sus seguidores y a quienes les veían como la “pareja de oro de Hollywood”. Angelina Jolie adoptó tres hijos antes de que Brad llegase a su vida, pero con él amplio la familia con tres hijos más. Ahora, son el principal motor de su vida: “Cuando tus hijos llegan a tu vida, inmediatamente y para siempre son lo primero”.
El otro legado doloroso de su madre
Angelina Jolie no solo recuerda con profundo amor y orgullo a su madre, aunque sienta dolor por su pérdida. También ha recibido un legado que ha marcado su vida de una forma dramática. En 2013, la actriz se sometió a una doble mastectomía para extirparse los pechos, al conocer que tenía un gen hereditario que le situaba más cerca de sufrir un cáncer de mama con una probabilidad del 87%. Lo hizo tras la muerte de su tía, que también presentaba dicha alteración genética y tras el duro ejemplo que su madre les había dado al respecto. Después, también decidió extirparse los ovarios y las trompas de Falopio, lo que le llevó de manera prematura a la menopausia.
Así lo recuerda la propia Angelina Jolie: “Me hicieron una mastectomía doble y luego me extirpé los ovarios y las trompas de Falopio, lo que redujo significativamente, aunque no eliminó por completo, mi riesgo de desarrollar cáncer. A menudo me preguntan cómo me han afectado mis decisiones médicas y simplemente siento que tomé decisiones para mejorar mis probabilidades de estar aquí para ver a mis hijos crecer y conocer a mis nietos”, sentencia.