La colaboradora ha reaccionado con rabia al último gesto de su tía abuela: "Que sea la última vez que hablas de mí y de mi padre para llevarte el dinero".
El pasado jueves, ‘Sálvame’ emitía unos audios de Bernardo, padre de Anabel Pantoja, estallando en cólera después de que el programa pillase unas imágenes suyas disfrutando de un día en la playa en compañía de su pareja, Junco. Las imágenes suponían un serio varapalo golpe para la colaboradora, ya que su progenitor no irá asistirá a su boda con Omar Sánchez debido, según ella, a la imposibilidad de este a desplazarse a la playa de la isla canaria de La Graciosa.
Magdalena, tía abuela de Anabel y tía de Bernardo, asistía al plató del programa para hablar sobre las instantáneas. "Quería las fotos para venderla, vale", admitía. "Él no tiene un duro, y como no sabe hacer nada... Aquí que cobre todo el mundo, detallaba. "Porque no tiene un duro". Según la invitada, las fotos del sevillano en la arena solo eran un recuerdo familiar… aunque también confirmó que tenían detrás una intencionalidad: demostrar la posible traición a Anabel a cambio de una jugosa suma de dinero.
En sus redes sociales, Anabel Pantoja ha mostrado su indignación con su familia. Y ha cargado duramente contra su tía abuela. Dejando claro, en primer lugar, que no se creía sus “lágrimas de cocodrilo”, lanzaba unas duras palabras contra ella.
“Después de enviar estas imágenes a un programa donde sabía perfectamente que se sacarían. Ahí está tu respeto y tu amor hacia tu sobrino, mostrando su lado más íntimo y personal. Eres una basura y que sea la última vez que hablas de mí y de mi padre para llevarte el dinero. ¡Dáselo a él! A ver si tienes ovarios. Pero tú y tu marido lo único que os une a mi padre es el dinero que os proporciona estar a su lado”, ha escrito en su perfil de Instagram.
Cabe recordar que hace apenas unos días, Anabel Pantoja explicó en televisión los motivos por los que su padre no podrá acompañarla el día en que se convierta en una mujer casada. Según su versión, al hermano de Isabel Pantoja, que tiene problemas de movilidad, le resulta muy difícil coger un avión y trasladarse posteriormente a La Graciosa, una isla de apenas 700 habitantes a la que solo se puede acceder por mar o por aire. Y a la que llegar resulta misión imposible si no se cuenta con tiempo y medios suficientes para adentrarse en sus territorios...
Que se hayan hecho públicas las fotos de Bernardo relajado y en familia sobre la arena del mar ha dejado en mal lugar a Anabel. Dichas fotos demostrarían que sí es capaz de ir a la boda de hi hija en las Canarias. Ante este hecho, la andaluza no está dispuesta a quedarse de brazos cruzados. De momento, ya ha puesto de vuelta y media a su tía abuela, a la que se ha enfrentado en numerosas ocasiones delante de las cámaras.
Anabel Pantoja: "Mi padre es mayor. Y muy listo"
Sin embargo, no ha querido arremeter contra su padre. "Tengo muchas ganas de esa boda después de dos años y lo único que voy a pensar es en eso. Quiero que todo el mundo sea feliz. Respeto las amistades que tenga mi padre. Él es mayor. Y muy listo. No voy a hablar más del tema", ha zanjado este viernes en 'Sálvame'.
Anabel ha cargado su ira y su rabia contra Magdalena, pero prefiere dejar a su padre al margen de la polémica. En 'Sálvame' han anunciado que él había negociado por sus fotos en la playa una cantidad que podría ascender a los 40.000 euros. "Está negociando para hacer un plató", ha anunciado Carlota Corredera. Es una cuestión familiar en la que la andaluza no va a profundizar. Su relación con su padre nunca fue demasiado cercana, y tras su salto a la fama ha procurado ser discreta respecto a su pasado familiar.
"¡Me da igual estar en la cárcel!"
Bernardo Pantoja, en cambio, sí se mostraba cabreadísimo cuando se le preguntaba por sus posibles negociaciones para sacar beneficio económico de su vida. Agresivo, amenazaba a los reporteros de 'Sálvame' diciéndoles que tiene una pistola y que sería capaz de utilizarla si fuese necesario.«¡Estoy dispuesto a matar! ¡Y a hacer pum, pum, pum! ¡Aunque me metan en la cárcel! ¡Que a mí me da igual estar en la cárcel!», sentenciaba.