Nuevamente, Ana Soria ha acudido a los ruedos para arropar a Enrique Ponce en esta ocasión en la localidad madrileña de Navalcarnero. La joven se dejó ver en la plaza y tras la faena contestó amablemente a la prensa. Además, se pronunció tajante sobre los rumores de una posible crisis de pareja. Todo ello como consecuencia de la decisión del torero de cerrar su cuenta de Instagram.
Respecto a que su relación no atraviesa un buen momento, la almeriense ha sido tajante: "Sino no estaría aquí". No se ha explayado más sobre el tema, pero sí que ha explicado la razón por la que el torero ha decidido borrar su cuenta de Instagram donde en los últimos meses ha dado rienda suelta a su amor. "No la usa", ha afirmado.
Hace tan solo unos días que saltaban todas las alarmas cuando el torero eliminaba su perfil de Instagram y con este gesto también borraba el rastro de su historia con Ana Soria. Una determinación que sonaba a una posible crisis. Algo que su chica ha desmentido por completo. Su presencia en la plaza, acudiendo a su última corrida, corrobora que la relación continúa afianzándose día a día.
La pareja, que se convirtió en la más buscada el pasado verano, está intentando llevar su relación de forma tranquila. Más ahora cuando Enrique Ponce tiene por delante un importante acontecimiento familiar: la comunión de su hija pequeña, Bianca. Una celebración que supondrá un reencuentro con su ex, Paloma Cuevas, con quien estuvo casado 24 años. Todo apunta a que se celebrará en la finca familiar ante un selecto grupo de invitados, entre los que no se encuentra la joven almeriense. No acudirá al evento para evitar posibles tensiones. Además, sabe que centraría todas las miradas.
Un año de amor
Cuando salió a la luz pública su nueva relación con la joven, de 22 años, el diestro estuvo más que nunca en el foco de la noticia. Se convirtieron entonces en la pareja más seguida de la crónica social. El torero no dudó en mostrar al mundo que estaba muy enamorado. Lo hacía a través de sus redes sociales donde le dedicaba bonitos piropos, también publicando imágenes de un verano muy especial que disfrutó en Almería.
Poco después darían un importante paso en su relación, mudándose a un lujoso ático de la ciudad con unas magníficas vistas al mar. A pesar de la diferencia de edad, se llevan 27 años, el tiempo ha demostrado que su amor es sólido. La joven, siempre que puede, le acompaña a sus compromisos profesionales. Como en esta última ocasión en la que se dejaba ver aplaudiendo la faena. Llevaba un favorecedor vestido veraniego de Tommy Hilfiger, en blanco y negro. De corte camisero y con un estampado integral de hojas tropicales.