Este fin de semana, todas las miradas estaban fijadas en la boda de Belén Esteban y Miguel Marcos. Un acontecimiento que nadie quiso perderse. Bueno, casi nadie. Ana Rosa Quintana ha sido una de las pocas amigas de la colaboradora de ‘Sálvame’ que no pudo estar en un día tan importante para ella, dado que tenía en agenda otra cita de importancia personal: la preboda de su otra gran amiga, la soprano Ainhoa Arteta y Matías Urrea.
Pese a su ausencia, Ana Rosa Quintana ha querido mandarle un mensaje a Belén Esteban, deseándole todo lo mejor en su nueva etapa como casada. Lo ha hecho nada más abrir la sección de crónica social de su programa: “Belén, desde aquí, no sabes cómo me alegro de que estés tan feliz y espero que lo estés ya para toda la vida. Te lo has ganado”, confesaba la presentadora antes de comenzar a desgranar los detalles del enlace del año.
Ana Rosa Quintana sí que estuvo en la primera boda de Belén Esteban 11 años atrás, cuando el novio era Fran Álvarez y la colaboradora tenía todas las ilusiones puestas en su relación. El desamor llegó, pero ella decidió confiar de nuevo en el amor y Miguel ha cumplido todos los requisitos para convertirse en su marido. Su amiga no ha podido estar con ella, pero desea que su felicidad dure para siempre, porque “se lo ha ganado”.
La finca de La Vega de Henares, en Alcalá de Henares, se convirtió por un día en el centro de la noticia. Todas las miradas estaban puestas en lo que sucedía en su interior, lo que generó un gran revuelo, dado que algunas eran indiscretas, no todas estaban invitadas y encima se hizo un mal uso de este privilegio.
Se ha filtrado mucha información del interior de la boda, lo que ha puesto en jaque la exclusividad de la misma. También se ha hackeado el móvil de Belén Esteban, desde el que supuestamente se han enviado mensajes a sus amigos con la intención de conseguir fotos. Una cuestión que ha generado un gran revuelo y que ya está en manos de la Guardia Civil, después de que la colaboradora interpusiese una denuncia por usurpación de su identidad.