La mujer de Antonio Resines se ha sincerado en el programa de Jesús Calleja, donde ha recordado los inicios de la pareja.
Unos días después de que Antonio Resines recibiera el alta después de 48 días ingresado en el hospital Universitario Gregorio Marañón en Madrid se ha emitido el programa que el actor grabó junto a Jesús Calleja meses atrás. El aventurero y el artista viajaron juntos a Costa Rica meses atrás y ahora que el exdirector de la Academia de Cine se ha recuperado del covid, Cuatro ha celebrado su mejoría sacando a la luz la entrega de 'Planeta Calleja' que protagonizan juntos.
"Esto va a ser un 'Planeta Calleja que va a pasar a la historia", arrancaba diciendo al principio de su viaje. Unas palabras casi premonitorias, teniendo en cuenta que el programa sale a la luz después de vivir una experiencia que casi le cuesta la vida. En su encuentro con el aventurero de León, que ha arrancado en el Parque Nacional de Tortuguero, una de las joyas del país, Resines ha reconocido no ser para nada un hombre intrépido: "No he ido por un meandro de un río nunca. Sí me gustaba subirme a los árboles, como tú, pero de pequeño. No me interesan los animales", son algunas de las afirmaciones que ha hecho para dejar claro que no le van las emociones fuertes.
Ana Pérez-Lorente recuerda los inicios de su relación con Antonio Resines, con el que lleva 30 años
En su viaje al país centroamericano, el de Torrelavega ha ido acompañado de su mujer, Ana Pérez-Lorente. Esta se ha convertido, sin querer, en la protagonista. Ha sido ella quien, a lo largo de sus casi 50 días en el hospital, ha dado la cara tímidamente para responder a las preguntas de la prensa. Por fin, en el programa de Jesús Calleja hemos podido conocerla un poco mejor. Y es que ella misma ha charlado con él sobre su relación con el actor.
"No es un noviazgo al uso o que vivas con ella y te cases. Nos conocemos desde hace 30 años, con sus altibajos, con sus más y sus menos", ha relatado el actor. Curiosamente, se conocieron en la calle, una noche de fiesta a las dos de la mañana. Él iba con una amiga y él, con Pedro Piqueras. Se cruzaron los coches y ella pensó: "¡Qué divertido Resines'. Luego bajaron la ventanilla y nos dijeron: ¿Dónde vais? Yo me eché para atrás y le dije a mi amiga: 'Dile que vamos a Pachá'. Y ellos dijeron que sí". Y hasta hoy.
"Tengo muchísima suerte de haberme encontrado con este señor en ese semáforo", ha contado Ana
"Nos hemos casado hace cinco meses", ha explicado Resines. Su mujer apuntaba: "No hay que precipitarse nunca". Y enseguida ha revelado que han estado juntos de manera intermitente. "Ha habido dos parones. Uno de mis cabreos duró tres años y otro duró seis. Si yo tenía un problema con el que hablaba era con Antoni, al que le preguntaba o le consultaba era Antonio. Cuando pasa eso es que sigues enamorada de él" añadía. "Ahora somos feliz matrimonio", zanjaba él.
Jesús Calleja les preguntaba por qué habían elegido dormir en "habitaciones separadas". Ana le contestaba con naturalidad: "Tengo un problema respiratorio y ronco. Él es muy sensible". Por eso siempre duermen en dormitorios separados. Tan fuertes son sus ronquidos que en "un viaje precioso" a Córdoba se tuvieron que regresar antes de tiempo a Madrid porque él no soportaba escuchar sus ruidos por la noche". Ana concluía: "Tengo muchísima suerte de haberme encontrado con este señor en ese semáforo. Fue el 31 de octubre de 1992".
En su entrevista con Jesús Calleja, Antonio Resines ha repasado su extensa trayectoria profesional y personal. Empezó a estudiar Ciencias de la Información: "No se me había ocurrido en la vida ser actor". En sus inicios ganaba 75.000 pesetas por película. "Trabajaba en una empresa de construcción. Este es un oficio intermitente, de actor no se trabaja todos los días", decía. "Me fui a Estados Unidos hizo 'La línea del cielo', de Fernando Coloma. El bombazo fue cuando, quince años después me ofrecen 'La buena estrella', con Maribel Verdú. Fue un exitazo brutal. Me dieron el Premio al Mejor Actor. Esa y 'La niña de tus ojos' fue otro bombazo brutal", continuaba.