A punto de cumplir 69 años, podría decirse que Ana Obregón se ha convertido en uno de los rostros más sonados del panorama nacional, y no es para menos. Sus posados veraniegos, sus novios famosos o guaperas, sus ocurrencias e imaginativas aventuras y desventuras que le valieron el sobrenombre de ‘Antoñita la Fantástica’ y ahora su inesperada 'maternidad' han poblado y dado chispa al mundo del espectáculo y del colorín español desde que apareció en la vida social española de la mano de Francis Franco en el año 1976, a los 21 años, cuando era estudiante de Biología.
Desde entonces, más de cuatro décadas han dado mucho de sí: primera novia de Miguel Bosé entre 1977 y 1982, a quien el cantante dedicó el tema ‘Ana’, uno de sus primeros éxitos; aspirante a princesa de la mano de Alberto de Mónaco en 1986... Su largo currículum sentimental desembocó en la familia que formó durante tres años con Alessandro Lequio, padre de su hijo Álex, que fallecía el pasado 13 de mayo de 2020 en una durísima batalla contra el cáncer.
Como no podía ser de otra manera, esta pérdida sumió durante años a Ana en la más absoluta tristeza. La intérprete de 'Ana y los 7' había tenido que dar un adiós forzoso a uno de los pilares fundamentales de su vida. Sin embargo, esta marcha hizo que se centrara plenamente en cumplir los deseos de su hijo en vida, entre los que estaba el lanzamiento de la Fundación Aless Lequio contra el cáncer y convertirse en padre. Dos objetivos que la actriz ha efectuado con la mayor de las ilusiones y pese a las controversias que hayan podido generar. Y es que, hay que recordar que el nacimiento de la pequeña Ana Sandra supuso una gran polémica tanto dentro como fuera de nuestras fronteras.
Además de su vida personal, hay que destacar su carrera profesional, debutando en cine con Julio Iglesias y teniendo un éxito continuado en televisión. A sus 63 años, Ana Obregón continúa incombustible. Algunos últimos proyectos en los que se ha embarcado han sido su participación en el reto televisivo de 'Ven a cenar conmigo, Gourmet Edition'y en la serie de éxito 'Paquita Salas'. Eso sí, sin olvidar que, durante dos años consecutivos, fue la encargada de dar las Campanadas en Televisión Española.
Hacemos un repaso de una de las vidas más agitadas que ha dado el mundo del corazón: Ana Obregón, un huracán mediático pese al paso del tiempo.
Su último reto televisivo
Uno de los últimos retos televisivos de Ana fue su participación en 'Ven a cenar conmigo, Gourmet Edition' junto a otros rostros conocidos como Rappel, Víctor Janeiro o Lucía Etxebarria.
En una de las series de éxito
Ana también se embarcó en un proyecto que anunció orgullosa, su participación en una de las series de más éxito: 'Paquita Salas'.
Las Campanadas en la cadena pública
Obregón puede presumir de haber sido la encargada de dar la bienvenida al Año Nuevo hasta en dos ocasiones consecutivas de la mano de Televisión Española.
Cuatro décadas triunfando como socialité
La convierten en uno de los rostros y cuerpos habituales en las alfombras rojas y photocalls que se precien. Cuidados modelos, siempre con guiño sexy a la altura de sus 60 espléndidos años, y atreviendose con un ‘pataky’ llegado el momento, porque ella puede.
La inspiración de Kiko Rivera
Como otros muchos famosos, Ana Obregón publicó en Planeta su libro de memorias, basado en los 28 diarios que ha escrito en su vida. ‘Así soy yo’ lo tituló, adelantándose al tema musical con el que debutó el dj Kiko Rivera. En unos recuerdos ilustrados e imaginativos, Ana se recreaba a sí misma, como no podía ser de otra manera en la versión más auténtica de ‘Antoñita la fantástica’.
Abandono por enfermedad
Ana, participó en la edición de 2008 en ‘¡Mira quién baila!’, donde coincidió con estrellas como Terelu Campos, Vicky Martín Berrocal o Elizabeth Reyes, con quienes la vemos en la foto. Sus apariciones se contaban por subidas de audiencia, aunque se tuvo que retirar del concurso de baile aquejada de mononucleosis infecciosa.
‘Ana y los 7’
Fue uno de sus grandes éxitos televisivos en el arranque del presente milenio y la mantuvo como líder de audiencia, con siete millones de espectadores, durante varias temporadas. Ana tiene un instinto especial para convertir en éxito lo que toca y su versatilidad la lleva a presentar, actuar, escribir y producir. Una mujer completa.
Los hijos de mis amigos…
Son sus amigos varias generaciones de famosas sagas artísticas figuran en la agenda personal de Ana, una de las más ricas del país. En el caso de los Iglesias, la amistad con Julio, dio paso a una relación muy cercana con su hijo Enrique, una superestrella del pop mundial que considera a Ana como alguien de la familia, después de su larga estancia en 1100 Bel Air Place, la villa de Julio Iglesias en Los Ángeles.
Llegaron los Sofocos
Este año, está en los escenarios con ‘Sofocos plus’, demostrando que es una actriz de raza y que el aplauso y el directo son sus mejores reconstituyentes. Los espectadores de toda España pueden verla en la actualidad en su gira compartiendo escenario con Elisa Matilla, Teté Delgado y Fabiola Toledo las otras protagonistas de la cuarta comedia de esta popular saga.
Sus dos Alejandros
Lequio y su hijo, fueron el núcleo duro de la familia Obregón para Ana, que fue feliz mientras pudo disfrutar de la compañía de los dos. Sin embargo, la pérdida de Álex Lequio y el posterior nacimiento de Ana Sandra hicieron que los caminos de la presentadora y del colaborador de 'Vamos a ver' se fueran distanciando cada vez más.
Álex Lequio, el hombre de su vida
Su hijo es el gran amor de su vida. Pese a su fallecimiento en 2020, Ana no ha dejado de tenerle presente en todos y cada uno de sus movimientos. Así lo demostraba ella misma en sus redes sociales y fuera de ellas, donde quiso hacer realidad dos de los deseos de su hijo en vida. Uno de ellos, el lanzamiento de la Fundación Aless Lequio junto al libro 'El chico de las musarañas'. El segundo, convertirle en padre por gestación subrogada de la pequeña Ana Sandra.
La presentación de 'El chico de las musarañas'
Tras la muerte de Álex Lequio, Ana Obregón se animaba a continuar el relato que su hijo había dejado a medias. Está a punto de cumplirse un año desde que 'El chico de las musarañas' salió a la venta. Un libro que habla de los últimos años de vida del hijo de Alessandro Lequio y cómo afrontaron su enfermedad tanto él como sus más allegados.
¡Bienvenida, Ana Sandra!
Ana Obregón volvía a copar titulares al darse a conocer el nacimiento de Ana Sandra. La actriz quiso cumplir uno de los deseos de su hijo al someterse a un proceso de gestación subrogada para dar la bienvenida a su hija adoptiva y nieta biológica. Desde la llegada al mundo de la pequeña, la presentadora ha lucido la sonrisa que había perdido por la muerte de su hijo.
Con sabor tropical
Ana, ya con una presencia más relajada en la pequeña y gran pantalla, sin renunciar a su vigencia en películas como la cuarta entrega de la saga Torrente, posó el verano antepasado luciendo tipo, sonrisa y derrochando buen humor. Por sus arreglos estéticos y sus looks, o los incesantes rumores de photoshop, Ana Obregón sigue dando que hablar.
Los prefiere toreros
El último noviazgo con un torero que se le adjudicó fue con Israel Lancho, 25 años más joven que ella, popular concursante de esta edición de ‘Gran Hermano VIP’. El primer espada de la lista fue José María Manzanares, padre, con quien mantuvo un idilio a finales de los ochenta; luego seguiría por las plazas a Rafi Camino, en el verano de 1996; y a Juan Serrano ‘Finito de Córdoba’ también le esperaba después de las corridas.
Pasados los cincuenta
Ana no renunció a sus performances de verano. Hace varios años, cuando era pareja del modelo polaco, la actriz y presentadora seguía luciendo tipo y... hasta el presente. Había sido Celia Tabernero en ‘Hospital Central’ y se presentó al concurso ‘¡Mira quién baila!’, donde jugaba con la ventaja de sus diez años de ballet clásico y sus cursos de jazz en Nueva York, Los ángeles y el Dance Center de Londres.
Un adonis polaco
Su aparición en 2006 de la mano de Ana Obregón convirtió a Darek, un modelo polaco desconocido hasta entonces, en todo un sex-symbol. Despertó las envidias de todas paseándose con el adonis rubio, la mismísima Mercedes Milá comentó: «¡Qué vista tiene para los hombres! Es un don descubrir la belleza en estado puro». Dos años después vino la ruptura, sonada y crispada.
El posado del verano
Una costumbre institucionalizada por Ana Obregón para dar el pistoletazo de salida a la temporada estival: en Mallorca, Marbella, Ibiza, Formentera o Miami, la popular estrella de televisiónpor el concurso’ ¿Qué apostamos?’, presentadora de las Campanadas en La primera y la conocida Sonsy de ‘Hostal Royal Manzanares’ daba la bienvenida al verano.
Un nuevo posado de Ana
Era la alegría para los reporteros que cubrían la información veraniega y tenían en Ana a la más popular de sus musas. Corría el año 2000, y la Obregón tenía doblete televisivo con ‘El patito feo’ y ‘¡Ala... Dina!’ y en los cines seguía en cartel ‘La mirada del otro’ que Ana Obregón rodó a las órdenes deVicente Aranda. Posados en biquini, al margen, obedeciendo a su concepción estadounidense del showbusiness, Ana Obregón siempre ha sido una gran trabajadora.
El escándalo Molina
Se produjo a raíz de unas torridas grabaciones del actor Micky Molina, uno de sus compañeros en la angelical comedia Ana y los 7, con la protagonista del éxito televisivo en el interior de un automóvil. Las dudas sobre la intervención de un ‘topo’ dieron al traste con el idilio entre Obregón y el exmarido de Lidya Bosch.
Olvidando al amor que se va
A orillas del Mediterráneo, Ana lo dio todo en el posado de 1999 y declaró que no seguiría a Suker a Inglaterra, pues no quería sacrificar su carrera por la de él. En aquel momento encabezaba con Antonio Resines y Carmen Maura el reparto de la serie ‘A las once en casa’que Televisión Española emitió con gran éxito durante dos años. El amor y Londres, no fueron su prioridad.
Un ‘crack’ para la estrella
Llegó Davor Suker, jugador del Real Madrid, joven, deportista, millonario... Parecía la pareja perfecta para Ana, pero finalmente la actriz decidió no seguirle a Londres cuando él fichó por el Arsenal en 1999.
Un conde casado, Lequio
Apareció en su vida en una fiesta celebrada en Las Ventas, con él iba Antonia Dell’Atte, su mujer y madre de su hijo Clemente. Cupido lanzó sus flechas y Ana conquistó a Lequio provocando un auténtico escándalo social cuando Antonia aparcó las formas para descalificarla a ella y a ‘su falso conde’ según proclamaba en los programas de televisión de la época.
Las infidelidades de Lequio
No duró el proyecto familiar de Ana más que tres años, y no llegó a contraer matrimonio con Alessandro, el padre de su hijo Álex, nacido el 23 de junio de 1992. El romance del italiano con la azafata y vecina de la pareja Silvia Tinao hizo saltar por los aires la relación con más proyección de futuro que ha tenido Ana en todos estos años. Ella inició un noviazgo con el empresario Jorge Juste.
De conde a duque y sigue su fama de seductora
Después de salir con Cayetano, uno de los llamados ‘jóvenes leones’ de la jet española, Ana lo hizo con un joven y apuesto Luis Alfonso de Borbón, todo un príncipe, duque de Anjou. Ana era una compañía divertida en unos ochenta donde la movida de la jet era mucho más refinada que la del Madrid cheli.
Un conde de ida y vuelta para Ana
Cambió el Gotha europeo por la Grandeza de España y a Alberto por Cayetano Martínez de Irujo, de quien fue asidua acompañante en las fiestas más sonadas y con quien su relación posterior no fue tan plácida como con la mayoría de sus ex. El encono de Cayetano y Ana tiene nombre de mujer: Mar Flores, novia del conde de Salvatierra después de haber sido compañera de correrías de Lequio, ex de Ana y padre de su hijo.
A su vuelta de Hollywood, un príncipe a sus pies
Después de dos años en Hollywood, con idilio inlcuido con Julio Iglesias, Ana Obregón salió en el verano de 1986 con un Alberto de Mónaco con pelo y sin tripa, uno de los solteros más cotizados. Madrid, Ibiza y Mónaco fueron escenarios de un romance que no prosperó.
Su primer encuentro con Julio Iglesias
En 1979 Ana García Obregón, así figuraba en el reparto de ‘Me olvidé de vivir’ debutó con Julio Iglesias, a quien conquistó por su chispeante simpatía y a quien reencontró en Los Ángeles diez años después. Se habló de un romance que terminó cuando Ana hizo un comentario inoportuno sobre su ‘mala fama’ de seductor en un conocido show de televisión que no sentó bien a un Julio siempre pendiente de su proyección publicitaria y su imagen.
El primer amor de Miguel Bosé
A ella le dedicó un juvenil Miguel Bosé su tema ‘Ana’ y durante cuatro años fue la novia en la sombra del ídolo que empezaba a despuntar, al tiempo que ella empezaba a dar sus primeros pasos en el mundo del cine, de la mano de otra estrella.
Estudiante de biología y estudiante de ballet
Ana García, es la segunda de los cinco hijos del constructor Antonio García (JOTSA). A finales de los 70 era una chica de la sociedad madrileña, brillantemente licenciada en Biología en la Complutense, con sueños artísticos que saltó a los titulares como pareja de Francis Franco, uno de los solteros de oro.