Ana Obregón ha dejado el blanco y el negro que marcaba en exclusiva su armario, para recibir el color que da por finalizado el luto dos años después

Ana Obregón considera que su vida ha terminado con la muerte de su hijo, Alex Lequio, hace algo más de dos años. Pero ha descubierto que la vida merece la pena, que es importante encontrar fuerzas donde no las hay para seguir adelante, porque siempre se sorprende uno con una sonrisa inesperada que te ilumina el rostro y te hace comprender que se puede con todo. Incluso con eso. Así, la actriz y presentadora poco a poco va saliendo más de su refugio dorado. Eso sí, hasta ahora no se había quitado el riguroso luto que le ha acompañado desde aquel fatídico 13 de mayo de 2020. Ana Obregón solo ha vestido de negro y de blanco en pleno duelo, pero ha llegado el momento de incluir el color en su armario, como así ha hecho al fin.

La actriz está inmersa en un nuevo proyecto que le ha llevado a colocarse frente a las cámaras. Ana Obregón protagoniza la nueva película de Paco Arango, ‘Mi otro Jon’, lo que le ha obligado a dar un paso al frente en su duelo y recuperar el color perdido. El blanco y el negro dejarán de ser los únicos protagonistas de sus días, para dejar paso a nuevas tonalidades que le ayudarán a ver la vida de otra manera, aunque siempre bajo el filtro de la ausencia de su hijo. “He roto mi luto para este personaje de tu película querido Paco Arango. Reconozco que me veo extraña vestida de colores después de dos años, pero lo he hecho de corazón por ti y por tu maravillosa película solidaria”, ha escrito Ana Obregón para agradecer al director su confianza y haberle dado fuerzas para tomar esta decisión que podría ser estilística, pero que encierra mucho sentimiento.Ana Obregón ya habló sobre el hecho de esconder su duelo tras el negro y el blanco: “Solo visto en blanco y negro, el blanco es luto en muchas religiones, pero es fe. No me pide el cuerpo llevar todavía colores”, explicaba a Bertín Osborne en ‘Mi casa es la tuya’. Una forma de demostrarle al mundo el dolor que asola su corazón, pero que al final se ha convertido en una cárcel para ella, pues le limitaba a la hora de mirar al futuro con optimismo, pues el recuerdo de la ausencia siempre estaba presente, también con sus looks. Hasta ahora.

El color ha regresado a su vida. Ana Obregón ha recibido con alegría este proyecto que le devuelve frente a las cámaras y bajo la batuta de un director de cine con una sensibilidad especial como es Paco Arango, creador de la Fundación Aladina. Además, compartirá escena con Macarena Gómez. Una gran oportunidad para Ana Obregón, que no ha dudado en hacerle saber a todos lo que supone para ella estar en el elenco de esta película: “Que honor estar en esta maravillosa película. Pero el honor es máximo sabiendo que es una película cien por cien solidaria para los niños con cáncer”, ha escrito la intérprete en sus redes sociales, donde ha recibido infinidad de mensajes alabando su trabajo, el de Paco Arango y su decisión de mirar con optimismo el futuro, pese al dolor que lleva en la mochila.