Tras reaparecer con su nieta y explica el problema de salud que superaron, Ana Obregón pasa unos días de auténtico relax y disfrute en su espectacular refugio en Mallorca, desde donde, cada año, regalaba su ya icónico posado veraniego. La actriz ha querido enseñarnos uno de sus rincones favoritos de su lujoso domicilio: la terraza de dimensiones titánicas, con vistas privilegiadas a las costas mallorquinas y piscina incluida.