Se ha hecho de rogar, pero por fin ha llegado el tan esperado día. Este domingo 17 de diciembre, Ana Obregón ha celebrado el bautizo de su hija-nieta, Ana Sandra. Una ceremonia que ha reunido a sus familiares más cercanos y que está cargada de simbolismo, ya que se ha celebrado en la iglesia Nuestra Señora de la Moraleja, en Madrid, justamente donde su hijo fallecido, Aless Lequio, padre biológico de Ana Sandra, fue despedido el 30 de junio de 2020.
Ana Obregón ha cuidado hasta el más mínimo detalle en el bautizo de Ana Sandra
La televisiva, que ha lucido un traje de dos piezas en color rosa pastel, ha llegado a la iglesia pocos minutos antes de las 17 horas de la tarde muy sonriente mientras sostenía a la pequeña Ana Sandra. La niña llevaba el mismo vestido de cristianar que llevó en su día su padre, Aless Lequio, tal y como confirmó orgullosa Ana Obregón. Una pieza clave en la familia y que no hace más que recordar la memoria del joven. La presentadora ha entrado al bautizo rodeada de sus hermanos, Celia, Amalia, Javier y Juan Antonio, sus sobrinos, la cuidadora de la pequeña y uno de sus amigos íntimos y maquillador y peluquero, Alberto Dugarte. Después de la ceremonia en la iglesia, se llevará a cabo una fiesta en casa de Obregón con un círculo íntimo de 30 personas.
Un bautizo que no ha estado exento de polémica
En cuanto a los padrinos de Ana Sandra, son Celia Vega-Penichet, una de las primas de Aless, y Giaccomo Ugarellí, su mejor amigo desde que los dos asistían juntos al colegio ICS (International College Spain) de la Moraleja, en Madrid. El joven ha llegado hoy desde Londres y se sumará al resto de invitados que celebrarán el bautismo de la pequeña. La actriz se ha mostrado de lo más feliz de poder reunir, por fin, a todos sus seres queridos en esta fecha tan importante para su hija-nieta.
Aunque un de las asistencias al bautizo ha sido toda una incógnita hasta el último, Alessandro Lequio finalmente ha decidido no asistir. Así las cosas, Ana Obregón tenía claro que este día no era para reproches, sino para disfrutar de su nieta y también para honrar la memoria de su hijo. "He aprendido a aceptar a las personas como son y ha relativizar los problemas que tenemos todos. Ya me da igual todo. Yo solo quiero quedarme con mi Anita y darle todo el amor hasta que pueda". Y es que reconoce que su único deseo en este momento es "tener a la hija de Aless conmigo y no quiero pedir nada más. Solo quiero quedarme como estoy. Que se pare el tiempo".
Los invitados al bautizo