Fernando Verdasco ha tenido que someterse a una operación en la rodilla en Los Ángeles y su mujer, Ana Boyer, le ha mimado con el mejor regalo.
Fernando Verdasco ha pasado unos días muy delicados. El tenista se ha visto obligado a pasar por el quirófano para arreglar un problema que tenía en la rodilla que le impedía estar al 100%. Además, le causaba mucho dolor cuando este se metía en los terrenos de juego durante su tour de torneos por el mundo.
"Después de más de un año con dolor en la rodilla he decidido hacerme una pequeña intervención en Los Ángeles para poder volver a jugar sin dolor. Ayer salió todo genial y ahora solo queda tener paciencia y después entrenar muy duro para volver al 100%. Gracias Doctor S.Yoon por toda tu ayuda. Y gracias a todos por vuestros mensajes de apoyo y ánimo. Un abrazo enorme!", escribía junto a una imagen en la que lo vemos saliendo del hospital.El tenista espera ahora solucionar este problema. Con una rodillera y con la ayuda de unas muletas, Fernando abandonaba el hospital de Los Ángeles donde se ha operado. Parece que se encuentra perfectamente, sobre todo por el rostro sonriente con el que posa en la imagen que ha compartido tras la operación.
Ha entrado en quirófano para arreglar un problema en su rodilla
Ahora le toca tener paciencia. Tiene que recuperarse de la operación y cuando vaya pudiendo, empezar con una rehabilitación para no perder la movilidad. Una vez pase este trance, Fernando Verdasco retomará poco a poco el entrenamiento para así volver cuanto antes a los terrenos de juego.La que no se separa de él en estos momentos tan delicados es su mujer, Ana Boyer. Aunque el tenista ha preferido no hacer mención sobre la presencia de la hija de Isabel Preysler en Los Ángeles, unas horas después de su operación compartía el regalo que le ha hecho para llevar la recuperación de la mejor manera.
Ana Boyer le ha comprado donuts para pasar mejor la recuperación
Esta operación se la ha hecho en el mejor momento para Fernando, ya que lleva unos meses parado por motivos laborales. Y es que la crisis sanitaria provocada por el coronavirus hacía que se suspendieran la mayor parte de los torneos mundiales que se celebran cada año y en los que Fernando estaba presente.Hace unas semanas mostraba su disgusto al ser descalificado de Roland Garros. «Este año no voy a poder participar en Roland Garros, muy a mi pesar y sintiendo una total frustración», empezaba explicando en un comunicado que compartió a través de sus redes sociales. «En agostó pasé el Covid-19 de forma asintomática, seguí las indicaciones de aislamiento y volví a mi rutina tras dar negativo en dos pruebas PCR consecutivas. Desde entonces, me he hecho múltiples pruebas PCR, con resultados negativos en todas, incluyendo la llevada a cabo en el torneo Masters 1000 de Roma. Volví a dar negativo hace unos días en el test que me hice antes de ir a Hamburgo, aunque no jugué al final por decisión profesional para prepararme mejor Roland Garros», continuaba explicando.
«Mi equipo y mi familia viajamos el martes a París y nos volvimos a hacer la prueba PCR correspondiente. Todos dieron negativo, menos yo. Traté de explicar mi historial y situación para intentar solicitar hacerme otra pruebas, especialmente tras haber visto lo sucedido en casos similares con otros jugadores. La organización de Roland Garros se negó a hacerme otro test incluso teniendo en cuenta todas estas circunstancias y que había días suficientes para repetirme las pruebas antes de la competición y del sorteo del cuadro. Igualmente, fui descalificado», decía apenado por todo lo ocurrido.Fernando Verdasco no estaba de acuerdo con la decisión y él mismo acudió a un centro por su cuenta para someterse de nuevo a unas pruebas PCR: «Acudí a dos centros diferentes para mayor garantía y los resultados muestran hoy que soy NEGATIVO de COVID-19 en todas ellas», anunciaba.Después de explicar todo lo ocurrido en las últimas semanas, Fernando ha querido hacer público su disgusto: «Quiero comunicar mi total frustración e indignación con la organización de Roland Garros, por quitarme el derecho a participar en este evento tan importante sin darme siquiera la oportunidad de hacerme otro test con una nueva muestra para confirmar que el resultado del primero podía ser un error», zanjaba muy enfadado.