Los últimos años, Ana Boyer ha demostrado tener un alma viajera. La hija pequeña de Isabel Preysler no duda en hacer las maletas y tirar millas con el único objetivo de recorrer el mundo para acompañar a su marido en sus distintos compromisos profesionales. Esta vez el destino ha sido México, donde el tenista ha participado en el 'Abierto de Los Cabos'. Una vez finalizado el torneo, el matrimonio ha tenido tiempo de disfrutar de las paradisíacas playas de este enclave privilegiado situado en el extremo sur de la península de Baja California y desconectar durante unos días.
Punto de encuentro habitual de muchas celebrities en época estival, Ana Boyer y Fernando Verdasco han querido exprimir las maravillas de esta zona vacacional conocida por sus aguas turquesas. Los refrescantes chapuzones en el mar se han mezclado con los improvisados partidos de palas a pie de playa. Por supuesto, la pareja también ha descubierto un poco la animada vida nocturna de Los Cabos y su variada oferta gastronómica. Tanto la 'influencer' como el tenista nos han hecho partícipes de algunos destacados momentos a través de sus redes sociales.
El frenético curso de Ana Boyer y Fernando Verdasco
Madre de dos hijos, Ana Boyer no ha parado este verano, como acostumbra a hacer durante el curso. Los últimos meses ha visitado Alemania, Catar, Argentina y Francia. En la época estival ha regresado a España para asistir a distintos enlaces. Uno de los más importante es que el que ha tenido lugar en Sotogrande, Cádiz, con motivo de la boda de su primo, Álvaro Castillejo, y Cristina Fernández Torres, el pasado mes de julio. Una significativa fecha que contó con la mediática familia casi al completo. No faltó Tamara Falcó acompañada por su pareja, Iñigo Onieva, Julio José Iglesias, Isabel Preysler, como radiante madrina, y Mario Vargas Llosa.
Siempre que puede, el matrimonio viaja acompañado de sus dos hijos, Miguel, de tres años, y Mateo, de uno. Recientemente su orgullosa mamá publicaba una instantánea de cómo se desplaza por los aeropuertos: cada niño subido cómodamente a un trolley con ruedas. "Estamos listos para viajar. Nos encanta ir juntos así por el aeropuerto", añadía.