Lo que se está viviendo en el juicio que enfrenta a Johnny Depp y Amber Heard ha acaparado toda la atención de medio mundo, viviéndose casi como si de un reality se tratase, con información que sorprende a propios y extraños cada día. Esta vez, la que ha llamado la atención ha sido la actriz con su desgarrador discurso final en el juicio, en el que ha terminado derrumbándose, llorando por el acoso que está sufriendo desde que su entuerto judicial posicionase a la opinión pública a favor de su exmarido y en contra suya.
Amber Heard acusa a Johnny Depp de difamación y de haber orquestado un movimiento social en su contra, por lo que le pide judicialmente 100 millones de dólares como compensación al daño ocasionado. La actriz se queja de que por culpa del proceso judicial está siendo víctima de un acoso brutal, que se sucede entre insultos diarios, además de amenazas de muerte centradas en ella e incluso a su propia hija. Amber vive con miedo y no puede contener la emoción al confesarle al juez lo que está sufriendo: “Soy acosada, humillada, amenazada todos los días. Incluso por el mero hecho de estar en este tribunal, de estar sentada aquí delante del mundo, de que se utilicen las peores partes de mi vida, las cosas que he vivido, para humillarme”, decía mientras sus lágrimas brotaban sin consuelo.
“La gente quiere matarme y me lo dicen todos los días. La gente quiere meter a mi hija en el microondas, y me lo dicen”, dice desesperada Amber Heard, que vuelve a señalar a Johnny Depp como culpable de esta circunstancia al recordar que un día el actor, supuestamente, “me prometió que si alguna vez le dejaba me haría pensar en él todos los días que viviera”. Una acusación que no podían dejar pasar por alto el equipo legal de Johnny Depp, que le preguntó en qué medida estas amenazas siguen produciéndose por parte de su cliente. “En el acoso, en la humillación, en la campaña contra mí que se hace eco de cada día en las redes sociales y ahora ante las cámaras de esta sala. Cada día tengo que revivir el trauma. Me tiemblan las manos. Me despierto gritando”, narra la actriz sin encontrar consuelo y sin dejar de llorar.
“No estoy sentada en esta sala riendo, sonriendo, haciendo chistes sarcásticos. No lo hago. Esto es horrible. Esto es doloroso. Y esto es humillante para cualquier ser humano. Tal vez es fácil olvidar que soy un ser humano”, se queja Amber Heard, que quiere dejar claro que “aunque Johnny Depp prometió que me merecía esto y prometió que lo haría, no me lo merezco. Quiero seguir adelante. Tal y como estoy hoy aquí no puedo tener una carrera, ni siquiera puedo hacer que la gente se relaciones conmigo. Solo quiero que Johnny me deje en paz. Llevo años diciéndolo”, remarcaba en el penúltimo día del juicio antes de dictarse sentencia.