María Teresa Campos permanece en la Fundación Jiménez Díaz de Madrid en estado grave. La veterana comunicadora, de 82 años, ingresaba en el hospital en la mañana de este domingo, 3 de septiembre. Sus hijas, Terelu Campos y Carmen Borrego, están a su lado. También amigos íntimos de la familia como Rocío Carrasco y Fidel Albiac. El exmarido de Terelu y padre de su única hija, Alejandro Rubio, no tardaba en llegar al hospital. Lo hacía conduciendo su propio vehículo durante una lluviosa tarde en la capital con el objetivo de acompañar a la familia en este delicado momento.
El empresario saludaba amablemente a la prensa que se agolpaba a las puertas del centro médico. Poco antes las cámaras de los reporteros captaban la llegada de Carmen Borrego. La colaboradora se mostraba muy afectada y manifestaba que estaban realizando una serie de pruebas a su progenitora y que el hospital emitiría un comunicado de prensa dando la última hora. Ha sido un verano difícil para la familia en el que han estado muy pendientes de María Teresa cuyo estado de salud ha preocupado durante el último año.
El reciente cumpleaños de Terelu
Hace tan solo unos días la familia se reunió debido al cumpleaños de Terelu que sopló 58 velas. La presentadora confesó en aquel momento que estaba atravesando un momento difícil. Nuevamente aseguraba que estaba volcada en el cuidado de su progenitora. "En estos momentos lo que nos toca es dar, hemos recibido mucho de ella y ahora tenemos que devolvérselo", indicaba sobre el gran pilar de su vida.
Hace tiempo que la veterana comunicadora se apartó de la vida pública. Desde entonces ha estado arropada por su familia en su hogar. A finales de diciembre del año pasado sufrió un contratiempo debido a una caída. Entonces le sometieron a varias pruebas médicas y permaneció ingresada en el hospital durante unas horas. Un susto que preocupó mucho a sus hijas. Ellas siempre han intentado ser prudentes. Sin embargo, sí que han reconocido en distintas ocasiones que el estado de salud de María Teresa era delicado. También que en la última etapa la periodista había sufrido un importante deterioro cognitivo.