Alejandra Rubio sigue confinada. A la espera de dar negativo en coronavirus y de poder recuperar su vida, la joven intenta que el tiempo que pase rápido. Ya sea leyendo, viendo series o desempolvando sus fotos favoritas de estas semanas, donde, por cierto, ya estaba embarazada de Carlo Costanzia. Un álbum de siete fotos que esconde un llamativo mensaje, pues en él habla de amor.
Horas antes de que se confirme que Carlo Costanzia y Terelu Campos coincidirán en '¡De viernes!', ella ha dado un paso al frente. No para pronunciarse acerca de este reencuentro entre suegra y yerno, sino para compartir una enigmática canción con la que se siente identificada. En concreto, una de Enrique Bunbury.
La colaboradora de televisión está nostálgica y eso es innegable. Debido a su contagio y a su estado de buena esperanza, está guardando reposo en su casa de Aravaca, a las afueras de Madrid. Desde allí, deja ver algunos de los planes junto a Carlo, ya sea surcando las aguas cristalinas de Ibiza o antes de irse a cenar junto a su chico.
Eso sí, hay algo que nadie entiende todavía. Ninguno de los dos ha compartido fotografías juntos, solo imágenes que toma o inmortaliza el otro. Lo que sí ha hecho ella es es postear parte de la letra de 'Dos clavos a mis alas', en la que dice que "no pasará el tiempo con quien no esté dispuesto a pasarlo con ella". ¿Es esto un zasca hacia Carlo? Mientras se descubre si está cargada o no de intención, compartimos parte de la canción que Alejandra escucha en bucle desde hace días.
¿Un zasca a su pareja?
"No creí que fuera necesario explicar un porqué. Lo que soy te lo doy, no lo cambio
Pero es mejor no temblar, ni rechistar. Nunca pasaré el tiempo con quién no esté dispuesto a pasarlo conmigo", dice este tema musical del año 2015. En ella, también insiste en que si alguien quiere callarla "debe ponerle dos clavos a sus alas, cemento a sus zapatos y tirarla al mar", todo ello obviamente en sentido metafórico.
Aunque ella apenas ha dado detalles de cómo se encuentra, sí que reconocía a la prensa que estaba preocupada por cómo afectará el covid a su bebé. No sabe si existen peligros y así se lo ha hecho saber a su familia más cercana, desde su madre a su tía, Carmen Borrego.
Era esta última quien actualizaba su estado de salud, confirmando la angustia que acompaña a la joven desde mediados de semana. "Está regular. No lo está pasando bien, está muy angustiada. He hablado con ella y lo está pasando mal (...) El otro día estaba nerviosa y quizás no supo gestionarlo de la mejor manera. Yo ya he dicho que me considero 'personaja', pero no todo vale. La gestión de Carlo no es buena y lo digo porque lo veo. Pido tranquilidad para todos, que no llegue la sangre al río", espetó ella en 'Vamos a ver'.
Los gastos de Alejandra Rubio en Aravaca
Por el momento, no estarían solo centrados en la llegada de su bebé. También piensan en la estabilidad de su relación y, para ello, han decidido irse a vivir juntos. Lo desvelaba una vecina de Alejandra Rubio, quien comparte urbanización con la joven. Un piso coqueto por el que paga alrededor de 1.300 euros al mes y desde donde se traslada diariamente a Madrid en taxi, importante desembolso para cualquier mortal.
Aunque para muchos pueda resultar sorprendente este paso al frente, pues solo llevan cinco meses juntos, ambos creen en su historia de amor. También en lo que les ha cambiado la vida desde que están juntos.
Carlo Costanzia ya no lleva pulsera telemática
Recordemos que a Carlo Costanzia no solo le ha cambiado el plano sentimental. Además de tener ahora nueva pareja y de convertirse próximamente en padre, se ha despedido de su pulsera telemática, un dispositivo de geolocalización que llevaba consigo. Según pudo saber SEMANA, en el mes de marzo dijo adiós a este aparato por un delito anterior, por lo que estaba más cerca de su ansiada libertad.
Esta pulsera se le colocó por la petición de un juez y le obligaba a cumplir unos horarios estrictos, tanto de trabajo como de ocio. "Yo tengo que cumplir con unos horarios en los que tengo que estar en casa. Me permiten salir a trabajar. Obviamente no en lo mío. Estoy trabajando de pizzero. Yo nunca he tenido problemas en buscarme la vida y esto es un poco lo que me permite hacer una vida fuera del centro", dijo hace algunos meses.