Alejandra, la hija de Martín Pareja-Obregón estalla contra él: “Es un sinvergüenza”

Hace unos días, una sentencia judicial reconocía legalmente a Bertín Osborne como el padre del hijo de Gabriela Guillén. Una historia que tiene muchos puntos en común con esta que contamos ahora y que tiene como protagonista precisamente a un gran amigo de Bertín, Martín Pareja-Obregón. En su caso es una chica de 19 años, que ahora cuenta su historia. Se llama Alejandra y es hija de Judith Rey y de Martín Pareja-Obregón, pero hasta 2009 la Audiencia Provincial de Sevilla no reconoció al torero, que no quiso hacerse las pruebas genéticas, como su padre biológico. Ahora Alejandra ha decidido contar, por primera vez y en exclusiva para SEMANA, su historia. Y lo hace después de que su padre haya sido condenado por un delito de abandono de familia y deba pagarle la pensión que le debe desde 2018.   

¿Qué explicación te dio tu madre?  
Me contó que ella siempre le propuso a mi padre hacerse las pruebas de paternidad y él siempre dijo que no quería, porque aseguraba que se había hecho una vasectomía. Pero mi madre se enteró que él había tenido otra hija años después y volvió a demandarle. Tras muchos juicios, al final consiguió que un juez me reconociera como la hija de Martín Pareja-Obregón.  

¿Cómo cambió tu vida una vez que consigues los apellidos de tu padre? 
Me cambiaron de instituto para que nadie me conociera. Recuerdo que los niños se metían conmigo y cuando me decían si era hija de Martín Pareja-Obregón no sabía si decir la verdad o no. Siempre he tenido ese miedo cada vez que me lo preguntan. Mis amigas me llaman la Obregón, porque la verdad es que yo siempre me escondo tras mi apellido. 

Alejandra, ¿cuándo y cómo te enteraste de quién eras hija?  
Fue cuando tenía unos 12 años y mi madre me cambió de colegio. Un día, una profesora empezó a pasar lista en clase, vio que me apellidaba Pareja-Obregón y me
preguntó si era familia del músico o del torero. Me quedé un poco en shock, porque 
no sabía de lo que me estaba hablando esa mujer. Pero cuando llegué a casa ya empecé a mirar en internet y ahí leí la historia de mi padre y de mi madre. Ese día tuve una discusión bastante grande con mi familia porque este tema siempre ha sido tabú en mi casa, y cuando cumplí 17 años me enteré bien de todo.   

¿Has sido una niña feliz? 
No he sido infeliz porque vivía en la ignorancia. Pero apenas he podido ver a mi madre porque siempre estaba trabajando y la veía los fines de semana alternos. Ella se ha tenido que buscar la vida siempre, porque casi no teníamos ni un plato para poder comer. He estado en casa de familiares y de mi abuela porque mi madre tenía que trabajar y he llorado mucho porque la echaba mucho de menos.  

¿Tú padre te ha pagado la pensión alimenticia de 200 euros que le marcó el juez?  
Al principio sí. Los primeros meses sí que me la pasaba dinero pero al poco tiempo dejó de hacerlo. A día de hoy me ingresa unos 30 o 40 euros. Y estas Navidades, por ejemplo, me hizo un ingreso de 60 euros, pero como algo excepcional.

Hace un año te pusiste en contacto con él por tu 18 cumpleaños. ¿Qué pasó?  
Nunca había hablado con él hasta ese día, porque me parecía una falta de respeto hacia mi madre. Le escribí al móvil y le puse: “Hola. Soy Alejandra. Mañana es mi cumpleaños. Me gustaría conocerte y tener una conversación contigo. No te tengo odio ni rencor, simplemente quiero conocer a mi padre. Mi madre no vendría. Quiero cumplir mi sueño de conocerte y saber tu versión de todo lo que pasó, por favor”. Leyó el mensaje pero no me contestó. A las horas le volví a escribir que solo quería una respuesta de sí o no y que no me enfadaría.   

¿Qué respondió él?  
Al día siguiente me puso: “Buenas tardes Alejandra. Muchas felicidades. Espero que cumplas muchos más y que lo estés pasando muy bien. En estos días hablaremos si Dios quiere”. Le dije que gracias por contestarme y días después le escribí: “¿Podríamos tener esa charla de la que me hablabas?”. No me respondió. Le pongo unos signos de interrogación y nunca me volvió a contestar. Eso es lo que más
daño me hizo. Me dio esperanzas y al final, nada.  

¿Cómo imaginabas ese encuentro con tu padre?  
Más que conocerle a él, quiero conocer a mi familia paterna. Hago todo esto para
que ellos sepan que estoy aquí, porque nadie me conoce. Lo que más me duele
es que nunca ha querido ponerse en contacto conmigo. Hay amigos de mi padre que 
de pequeña me decían que éramos clavados.   

¿Sabes que también tienes tres hermanos?  
He intentado ponerme en contacto, pero prefiero no hablar de ellos. Mi hermano mayor vive en México. Le escribí por redes sociales, pero no me ha contestado.  

¿Por qué has decidido romper tu silencio ahora?  
He visto a mi madre muy mal durante mucho tiempo y cómo ha sido tratada públicamente. Nadie se creía su historia y quiero demostrar que ella no ha mentido 
nunca y que no lo hacía por dinero. Quiero defenderla a muerte.  

¿Qué novedades judiciales habéis recibido ?  
Después de los juicios que mi madre ha tenido durante 19 años, el Juzgado de lo Penal Nº 16 de Sevilla lo condenó el pasado mes de noviembre, a la pena de doce meses de multa con una cuota diaria de seis euros, como autor responsable de un delito de abandono de familia. Tiene que pagar la manutención que me debe desde 2018 hasta 2022 y los gastos extraescolares. Todo eso asciende a unos 30.000 euros y de no hacerlo podría tener pena de cárcel. Además, tiene la prohibición de aproximarse a mí a menos de 100 metros ni a comunicarse conmigo durante seis meses. Sabemos que él ha recurrido la sentencia para ganar tiempo y porque tiene que pagar todas las costas procesales.

¿Nunca te has cruzado por Sevilla con tu padre?
Mi madre me ha dicho que sí, pero si me cruzo con él, ahora mismo, no sería capaz de reconocerle.

¿Ha habido gente cercana a tu padre que se han preocupado por vosotras? 
Algunos nos han dado la espalda y otros nos han ayudado, pero no económicamente. Al final, son amigos de él. Al que siempre consideré casi mi padre fue al futbolista José Antonio Reyes; apoyó incondicionalmente a mi madre y su muerte para nosotras fue una auténtica tragedia.   

¿Qué te gustaría decirle a Martín Pareja-Obregón?  
Que es un sinvergüenza y que ha perdido a una hija que merece la pena tener. Soy una mujer responsable y el orgullo de mi familia. Acabo de cumplir 19 años. Estoy repitiendo 2º de Bachillerato y quiero estudiar Veterinaria. Además, trabajo como camarera en un bar para poder pagarme mis gastos. Y poco a poco, voy cumpliendo mis sueños. Creo que el no tener padre me ha hecho ser más fuerte y al no poder tener a mi madre a mi lado me ha hecho ser como soy.  

¿Tú crees que podrás perdonar a tu padre algún día? 
Si hubiéramos quedado cuando hablamos, sí que lo hubiera hecho. Pero ahora mismo, no le perdonaría, porque tengo muchas cosas guardadas que algún día contaré. Ahora mismo, no sería capaz de reconocerle.