Concha Velasco "está flojita", según ha revelado su hijo Manuel. La actriz a sus 83 años sigue ingresada en una residencia a las afueras de Madrid, lugar al que sus más íntimos se acercan para estar pendiente de ella. Tras sufrir algún revés de salud, la vallisoletana no se encuentra del todo recuperada, un estado de salud que preocupa a su entorno. Así lo han explicado otros compañeros de profesión como José Sacristán que dijo ante las cámaras que se encontraba delicada, eso sí, sin entrar en más detalles. Ahora ha sido otra persona que le tiene un gran cariño, Alberto Closas, quien ha confesado cuál es el último parte médico que él ha recibido.
Vídeo: Europa Press
Vídeo: Europa Press"Está súper bien cuidada y rodeada de la gente que ella quiere estar y esta donde tiene que estar. Hay que recordarla como era, lo guapa que era, con la alegría que tenía, que sigue teniendo. Lo que pasa que ahora no la podemos ver", comienza diciendo. Comprensivo con que se hayan reducido el número de visitas a Concha Velasco, Closas recalca que el círculo más cercano de la actriz tan solo quiere mimarla. Buscan que esté tranquila y que pueda seguir en su residencia junto a los trabajadores y otros compañeros con normalidad, preocupándose únicamente de su salud. En lo que todos coinciden es en lo bien que tiene Concha su cabeza. "Tiene una lucidez bárbara y sigue recordando", dijeron hace tan solo unos días. Quien ha tenido la oportunidad y la suerte de coincidir con ella tan solo tiene buenas palabras hacia esta actriz con una trayectoria más que dilatada.Concha Velasco lleva ya unos meses alojada en una espectacular suite en el Orpea Punta Galea, en concreto, desde el mes de marzo. Los primeros meses de su ingreso los pasó en otra residencia en el centro de Madrid, la residencia Santa Matilde, donde estuvo muy poco tiempo. A pesar de que estaba muy cómoda, a gusto y no le faltaba de nada, el hecho de que esta residencia tuviera pocas zonas verdes hicieron que la mítica actriz se quejara a sus hijos y ellos tomaran la decisión de trasladarla a esta residencia a las afueras de la capital donde hay más espacios verdes y puede disfrutar al aire libre, algo que era clave para que ella se encontrara cómoda. Allí permanece desde entonces y sus familiares y amigos están muy pendientes de su evolución, siendo ellos los que arrojan un poco de luz sobre su estado de salud actual.