El invitado de esta noche de ‘El Hormiguero’, el actor Hovik Keuchkerian, es un personaje lleno de matices. Conocido por su interpretación de Bogotá en ‘La Casa de Papel’, ha revalidado su popularidad gracias a otra serie, ‘Reina Roja’. Pero más allá de su trayectoria actoral su vida bien podría servir como el guion de una de las producciones en las que participa.
Huyó de los horrores de la guerra siendo un bebé
Su infancia ya resultó aventurera: hijo de padre armenio y madre navarra, nació en Beirut hace 51 años. Con tan solo tres años la familia tuvo que escapar del Líbano, ya que se encontraba inmersa en una guerra civil. Con sus padres y su hermano acabaron refugiándose en la Comunidad de Madrid, concretamente en la localidad de Alpedrete: “Aquí acababa de morir Franco, se abría una etapa de transición, una etapa de apertura a Europa y al mundo de España, y era la opción”.
Hovik no tardó en integrarse a su nueva realidad y allí empezó a ir al colegio y a practicar muchos deportes: “lo mismo me daba jugar al fútbol que al baloncesto. O al tenis. Que yo recuerde, probablemente, mi primera vocación fue la de jugar al baloncesto”. También ayudaba trabajando en el negocio familiar como camarero, pero la vida le cambió cuando descubrió los deportes de contacto.
Una vida deportiva plena
En 1995 se mudó de Alpedrete a Madrid para abrir su propio gimnasio, que mantuvo abierto hasta el año 2015, y también empezó a competir de manera profesional: primero fue campeón nacional de de kickboxing en 1996 y al año siguiente, probó suerte con el boxeo… ¡y qué gran decisión! Para 1999 ya era profesional y logró ser campeón de España de los pesos pesados en dos ocasiones: en los años 2003 y 2004. Su palmarés es de quitar el hipo, se retiró con un balance de quince victorias por KO y tan solo una derrota.
Fue precisamente este combate fallido el que le llevó a abandonar su vida como púgil: “Rompí a llorar en público, delante de unas doce mil personas. Y no me importó llorar delante de tanta gente, porque me derrumbé”, contaba hace un tiempo en una entrevista.
Su madre le salvó de su periodo más oscuro
Su retirada del deporte de competición trajo consigo uno de los episodios más duros de su biografía: las adicciones. “Hasta los 32 años no es que quisiera que mi cuerpo fuera un templo, pero no bebía nada, no fumaba”, le contó a Pablo Motos en su anterior visita a su programa. Sin embargo, el vacío vital que acompañó la decisión de abandonar el deporte profesional le llevó a refugiarse en la bebida: “El día es muy largo, no sabes qué hacer”, explicaba.
A pesar de que había decidido reinventarse con éxito como monologuista -empezó casi por casualidad contando chistes con los amigos- y posteriormente como actor, el libanés seguía en una espiral de consumo. De manera paralela a los éxitos que cosechaba en el ámbito profesional, los problemas de bebida iban a más: cuando estaba en el set de rodaje “estaba deseando que diesen las seis para irme a casa, abrirme un whisky y acostarme a las once y media o a las doce mamado", comentó.
Fue entonces cuando su madre decidió actuar el año pasado: “Mi señora madre me llamó por teléfono y me llevó al rincón del ring y me tiró todo”. Según recuerda fue muy tan cruda como efectiva: “Estás gordo, estás tóxico, estás feo, andas encorvado. Eres un trozo de mierda. No te lo voy a decir más. Haz lo que quieras, hijo. Cuando tu madre te dice eso dentro de mí pasó algo”, le espetó. Aquello le hizo reaccionar y Hovik se puso manos a la obra.
El proceso de desintoxicación ha conllevado que el actor renunciase a algunos papeles importantes: "He dicho que no a los proyectos porque mi proyecto era yo. Estaba empezando ir a trabajar por ir a trabajar. Y no quiero eso. Ya con 38 años se me ha cruzado por el camino y me ha hecho este regalo y no quiero hacerlo por hacerlo”. Esta apuesta por la vida sana no solo ha afectado a su relación con el alcohol, ha afectado a todos sus hábitos. Ha dejado de fumar y ha perdido 30 kilos.
‘El Hoyo 2’, su nueva película
Hovic presenta ahora la secuela de la película ‘El Hoyo’, cuya primera parte fue un fenómeno global. El filme, de gran terror psicológico, llega a Netflix el próximo 4 de octubre.